Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 30 de mayo de 2020

Miscelánea


Hace ya mucho tiempo, tanto que aún no había fijado yo mi residencia aquí, tomando una copa con un abogado conocido, me contó lo que había dicho su defendido cuando ejerció su derecho a decir la última palabra en un juicio por corrupción, sorprendiendo a todos los que se hallaban en la sala. "Así como entre las personas decentes no se dejan vivir a los ladrones, entre los ladrones no es posible ser persona decente, y se termina robando tanto y tan limpiamente como los compañeros veteranos". La respuesta fue muy comentada en su día. Y, desde luego, no tiene desperdicios.

Angel Ossorio y Gallardo, gobernador civil de la provincia de Barcelona en 1909, cuando estalló la Semana Trágica, llegó a escribir que "en Barcelona la revolución no necesita ser preparada, lo está siempre; asoma a la calle todos los días; si no hay ambiente para su desarrollo, retrocede; si hay ambiente, cuaja. Esto último, como es lógico, se suele ver favorecido por actuaciones que los catalanes creen erróneas". Ciento once años, más o menos, han pasado desde aquella afirmación. La cual sigue gozando de muy buena salud.

Unidas Podemos está dispuesta a acabar con la clase media; esa clase que asegura la estabilidad del Estado, permanece fiel a las leyes y desconfía de los arrebatos personales (Aristóteles). La clase media es la que sirve de colchón muelle entre ricos y pobres. Por consiguiente es la clase predispuesta por excelencia para administrar los negocios públicos. Pablo Iglesias necesita una extensa situación de pobreza, desigualdades y de resentimiento para recuperar su terreno de cultivo. Los comunistas son, ideológicamente, fantasmas del pasado. Eso sí, han pasado de ser la la ladilla cojonera del socialismo a mandar tela marinera. Gracias a Pedro Sánchez.

Las Fuerzas Armadas, durante los años de la transición, hicieron un esfuerzo enorme por acercarse a la sociedad civil por medio de actos como la apertura de determinados centros militares  al público en jornadas especiales o la celebración anual del Día de las Fuerzas Armadas. Con ello pretendían principalmente que los ciudadanos de a pie y los de uniforme militar se conocieran mejor para olvidar hechos pasados... Logro que fue conseguido. Pero, de un tiempo a esta parte, Unidas Podemos parece empeñado en volver a sembrar la semilla de la discordia entre partes. Lo cual debe ser cortado de raíz.












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