Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 22 de mayo de 2020

Vivir angustiado por el miedo


Una tarde del mes de marzo me llamó un amigo para contarme que vivía angustiado por el miedo a que su familia -mujer y dos hijos- pudiera ser infectada por el coronavirus, por la posibilidad de perder su puesto de trabajo, y porque desconfiaba del Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Conociendo a mi amigo vi su miedo reflejado en la mirada y con las mandíbulas tensas. Levantándose por la mañana con un peso en el estómago, sin entusiasmo por nada, por haber perdido aquel optimismo que le hacía aceptar cada nuevo día como si fuera un regalo.

Mi amigo no dudó en decirme que, cuando se afeitaba, veía en el espejo sus facciones contraídas, y los músculos tensos desde la frente hasta la punta de los pies. Que trataba por todos los medios de contener los nervios. A fin de no discutir con su mujer por cualquier nimiedad. Que bastante tenía ella con su trajín desde que amanecía hasta que anochecía. Para que ni a los niños ni a él les faltara de nada. Tú ya sabes como es ella... En suma, mi amigo daba muestras evidentes de estar deprimido.

Por la conversación teléfonica mantenida con AZ, deduje que estaba ya inmerso en un estado de tristeza y abatimiento imparable. Precisamente cuando su familia necesitaba más de él. Es decir, de su entereza en momentos en los que solamente se hablaba de la tragedia de una infección que se hallaba en su punto culminante y que mataba a discreción. Tan mal estaba mi amigo que ni siquiera creí conveniente darle consejo alguno. Pues pude apreciar que el pavor lo había superado con creces. Y que, por tanto, no podía ya domeñarlo.

Tras colgar el teléfono, aquel día de marzo en el que La Parca no se cansaba de hacerse presente en todo el mundo, comprendí, una vez más, que el temor cambia la forma de ser de muchas personas. Que el miedo, cuando traspasa el umbral de la prudencia, se convierte en el peor enemigo de quien lo tiene. Mi amigo, según he sabido días pasados, pasó del miedo al pánico. Y decidió vivir encamado todo el mes de abril. También me he enterado de que su mujer está tramitando el divorcio.

Las mujeres se crecen ante las situaciones penosas y son capaces de afrontarlas con determinación. Han aprendido a tragarse sus miedos en momentos claves. Sacan a relucir la voluntad y el valor que atesoran. Y, por consiguiente, suelen apreciar el coraje de sus compañeros en situaciones donde conviene no meterse en la piltra y cerrrar los ojos cuando lo más conveniente es tenerlos muy abiertos. O sea.

Frase

El mundo sin las mujeres no sería más que un caos





















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.