Partido desventurado de Ramos

Suiza fue mejor que España durante la primera mitad. Y lo hizo basándose en el juego de Embolo. Su velocidad desquició a Reguilón y acabó descentrando el sistema defensivo ordenado por Luis Enrique. También se aprovecharon los suizos del buen hacer de Shaquiri. Cuya misión consistía en pegarse a Busquets para que éste volviera a demostrar que no está ya para muchos trotes. Resulta incomprensible que Luis Enrique siga confiando en un futbolista que ni defiende ni ataca y que por tanto no está en condiciones de ser el mediocentro defensivo que necesita la selección española.  

El gol de Freuler, tras una intervención rápida de Embolo, rebasando en velocidad a Reguilón y a Ramos, le dio alas a los suizos. Hasta el punto de que tuvieron dos ocasiones claras de batir nuevamente a Unai Simón. En mis notas figura un disparo de Oyarzabal cuando el primer tiempo estaba dando las boqueadas. Cierto es que Ferran tuvo una oportunidad que ni pintiparada para haber logrado el empate. En suma, los suizos fueron mejores. De ahí que el resultado fuera justo.

La segunda parte se recordará siempre por la aciaga actuación de Ramos. Había logrado el 'Gran Capitán' mejorar sus prestaciones defensivas evitando un gol cantado. Suyo fue también el remate de cabeza que originó el primer penalti. Y sucedió algo impensable: lo falló. En el minuto 78, con los cambios que había ido haciendo Luis Enrique, el domino hispano fue a más y el árbitro indicó otro penalti y la expulsión de Elvedi. Autor de la falta. 

Sergio Ramos, tras intercambiar chanzas con  el seleccionador, se dirigió todo telendo al punto de penalti. Y volvió a fallar.  ¿Cómo te sientes después...? -¡Uf! -exclama... Tal vez lo ocurrido le sirva a tan grande jugador para comprender que su primera misión es defender y no andar siempre pensando en establecer o batir un récord. La culpa de que el jugador de Cama sea como es la tienen quienes no dejan de ponerlo en la cresta de ola aunque tenga una actuación nefasta.

Al grano: Gerard Moreno marcó el gol del empate. Ah, Morata fue el revulsivo. Adama Traoré, en cambio, parece que se ha dormido sobre los laureles. Todo queda pendiente del partido en Sevilla frente a los alemanes.