Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 25 de diciembre de 2020

A España le va bien la Monarquía

Emilio Romero, analista político excepcional del siglo pasado, porque empezó su gran carrera periodística después de terminada la guerra civil, escribe cosas muy interesantes en Así Está España -título del libro publicado cuando la década de los ochenta estaba tocando a su fin-, cuando se refiere a la Monarquía. De la cual opina lo siguiente: "Sale beneficiada cuando decimos los que no somos "lacayos genéticos" que la Monarquía es útil, necesaria, procedente de la razón, y a España le va bien".

Y apostilla: No tenemos otro remedio que recordar la Historia y saber lo que pasó con las dos Repúblicas anteriores. Ninguno de sus presidentes, como jefes del Estado, llegó a cumplir su mandato, y fueron exactamente seis: cuatro en la primera y dos en la segunda. Y todo esto fue porque desde el estado se hacía política. Y no se hacía sociedad. Aquellos seis grandes personajes eran políticos ilustres, pero combatientes natos de la política. 

Un Rey constitucional aparece fuera del territorio de la política, no sufre desgaste y preserva la continuidad. Los reyes que tenían y ejercían poderes políticos fueron un día destronados: Isabel II y Alfonso XIII. Don Amadeo se marchó harto de nosotros, y don Alfonso XII no vivió como monarca más que una década. Pero es rigurosamente exacto que no han muerto los "lacayos genéticos", y a veces ponen a la Monarquía en graves aprietos o provocan las invectivas populares. 

En nuestro país, y en la Primera Restauración -sigue opinando ER-, eran más nocivos y peligrosos los "lacayos genéticos" que los republicanos. Y esta otra precisión: hay verdaderamente más elegancia, sensatez e innata distinción en la Familia Real, que en los responsables elegidos por los ciudadanos, y entre los cuales se advierte frecuentemente la zafiedad, la demagogia, la venalidad y la torpeza; y todo ello porque la política, las ambiciones, los intereses y la mediocridad generan estas cosas. La educación que recibe la Familia Real es diferente -generalizando- a la educación popular.

Nosotros tuvimos dos ocasiones para permitirnos el lujo de tener una República y nos quedamos en la angustia. En todos los tiempos o circunstancias de la Historia hay que conocer "el material". Eran estupendos Ortega, Marañón y Pérez de Ayala para el lujo histórico de una República; pero luego salieron Azaña, Largo Caballero, los comunistas, los socialistas, los anarquistas, los fascistas, y los conspiradores monárquicos, y fue una desdicha. El espíritu práctico español nos dice que en nuestro país -por ahora- es más tranquilizante y más seguro para la estabilidad y la continuidad tener un Rey de las características del actual, que una República.

De haber vivido Emilio Romero -pienso yo- habría criticado acerbamente ciertas conductas que se le achacan al "rey emérito", tan encumbrado por los "lacayos genéticos" y por quienes lo tenían en un pedestal. Incluso hubiera reconocido que las 'veleidades' de Juan Carlos I han puesto en graves aprietos el reinado de Felipe VI. Quien no hay día en el cual no se vea asediado por las críticas de comunistas, anarquistas, independentistas... Todos ellos dirigidos por un tipo al cual se le ha puesto en el moño acabar con la Monarquía. Aunque tenga asumido que nunca lo conseguirá. Lo que sí ha logrado es que al Jefe del Estado se le note muchísimo que no está pasando por su mejor momento. Algo que dejó entrever su lenguaje corporal en el mensaje de ayer.

 

 


 

 

 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.