La dirección técnica de Monchi es insuperable

El 31 de marzo de 2017, y bajo el título de Monchi hacedor de la grandeza del Sevilla, escribía yo del director técnico nacido en la Isla de León (San Fernando). El primer párrafo de aquel escrito rezaba así: "Si usted dice que Ramón Rodríguez Verdejo es una estrella mundial en su especialidad, seguramente millones y millones de personas no sabrán de quién habla. Pero si usted lo menciona por su sobrenombre, Monchi, seguro que su fama como director técnico prevalece desde hace un chaparrón de años hasta donde el viento da la vuelta. Vamos, en los chirlos mirlos. Que para el caso está igual de lejos".

 

Lo primero que hace Monchi es hacerse con los servicios de un entrenador que le permita estar al tanto de cuanto acontece entre lo jugadores. Muestra de confianza muy necesaria para que el director técnico eche una mano en momentos necesarios. Como asimismo transmitirle al técnico la confianza absoluta en su labor con gestos adecuados. Lo cual nunca está de más. Sobre todo si procede de alguien de la categoría de un cañaílla que lleva muchos años siendo el mejor ojeador de fútbol que existe desde hace ya mucho tiempo. .

 

Me imagino a Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi para los amigos, viendo partidos y observando las cualidades de futbolistas que puedan cubrir los puestos vacantes del equipo o bien mejorarlos. Luego le presenta al entrenador los candidatos a ser contratados y éste le responde, por ejemplo, que los tres laterales son de su agrado. Así que Monchi se permite el lujo de contratar el más barato y que menos problemas le suscite el traspaso. Y así lo hará con centrocampistas, delanteros o guardametas. 

 

Raro es que no se revaloricen, cada temporada, dos o tres de los fichajes realizados por el director técnico hispalense. Hasta el punto de ser codiciados por los grandes clubes europeos. Ni que decir tiene que, llegado el momento, se cumple el objetivo de comprar barato y vender caro. Confiado el presidente en que Monchi tendrá ya en la recamara un sustituto de garantía. Y así una temporada tras otra el Sevilla progresa a pasos agigantados en lo deportivo y también en lo económico.

 

Ayer, durante ese Sevilla-Barcelona correspondiente a la Copa del Rey, con victoria merecida de los sevillistas, disfruté del juego de los locales y me agradó sobremanera Koundé, Bounou, Fernando y Diego Carlos. Si bien me gustó el conjunto en general. Un bloque en el cual reina la disciplina y todos los futbolistas saben a lo que juegan. Lo cual es el resultado del trabajo insistente en las prácticas dirigidas por Julen Lopetegui. En quien Monchi ha depositado toda su confianza.