Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

martes, 2 de febrero de 2021

Privilegios

Los años 40 del siglo pasado fueron los años del DDT, del gasómetro, de la cartilla de abastos, del estraperlo y de la hermana de fulano que, ¿sabes?, hace de puta. Nacieron cosas tan importantes como la bomba atómica, el avión a reacción, el radar, el plexiglás, las medias de nylon, el snack-bar... Y sobre todo la penicilina. El antibiótico descubierto por Fleming pudo con la tuberculosis.  Así que fue considerado como milagroso.

El problema consistía en que a los pobres les era muy difícil conseguir el fármaco. Dado que las mafias se hicieron con los tarritos y los vendían al mejor postor en el Campo de Gibraltar. De modo que la tuberculosis se combatía tomando las escasas precauciones existentes cuando entonces y asumiendo que los contagios podían producirse en cualquier sitio. A los niños nos aleccionaban cada día. Pero era muy complicado cumplir a rajatabla lo que se nos decía. Por lo cual quedábamos a merced de la buena suerte.  

La ausencia de mala suerte es lo que necesitamos todas las personas que actualmente estamos viviendo, por nuestra edad, en riesgo permanente. Por más que cumplamos estrictamente con todas las normas que se van dictando por medio de las autoridades sanitarias para darle el regate deseado al coronavirus. Y es así, claro es, porque las vacunas destinadas a los octogenarios se han escamoteado a fin de poder cumplir con familiares, amigos y autoridades que no les correpondían. Auténticos privilegiados.

El privilegio... Otra vez esa palabra maldita. Causante de tantas desdichas por hacer distingos entre los ciudadanos. Y, lógicamente, se disparan las preguntas: ¿Quiénes son esos favorecidos que se han vacunado, por ejemplo, en Ceuta? ¿Son políticos? ¿Son familiares o allegados a los políticos? ¿Cuál es el motivo por el que Javier Guerrero, puesto en la picota por haberse vacunado, mantiene un silencio sepulcral al respecto?

 

 



 

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