El césped del Estadio de La Cartuja

Cuando los jugadores de la Selección Española se quejan de que el césped del Estadio de La Cartuja no está en buenas condiciones me acuerdo de cómo se jugaba en los años sesenta, setenta, ochenta e incluso en los noventa. Se hacía en terrenos casi impracticables por mor de las lluvias y del barro y asimismo imperaba la dureza tras una helada o bien porque el calor lo había convertido en un sequeral. No faltaba tampoco la treta del equipo local con el fin de combatir la superioridad del equipo visitante. Lo cual no daba resultado casi nunca.

La costumbre de los futbolistas, nada más llegar al recinto deportivo, era inspeccionar el terreno de juego. Y el entrenador, en cuanto oía cualquier queja de sus jugadores al respecto, intervenía con celeridad: "No olviden que es aquí donde hay que jugar. De modo que no se hable más del asunto". Luego, el técnico aleccionaba sobre cómo proceder acorde a las condiciones en que estaba el piso. Así que nadie osaba echarle al empedrado las culpas de sus fallos. 

Cuando entonces, estrellas como Di Stéfano, Puskas, Kubala, Kopa, Gento, Arza,Wilker, Luis Suárez y Luis del Sol, entre otras más, sacaban rédito a los inconvenientes del escenario con sus pases largos a los espacios libres, con sus tiros a puerta desde lejos y desde la media distancia y acudían a rematar los saques de esquina y los centros laterales por saber que los defensores también sufrían de lo lindo en tan adversas condiciones. 

Uno ha escrito muchas veces acerca de la evolución que se ha ido produciendo en el deporte rey. Un progreso que no cesa y que era necesario. Pero tampoco es menos cierto que todo lo malo que tuviera el fútbol actual fuera ver jugar a La Roja en el césped del Estadio de La Cartuja. Del cual se vienen quejando amargamente y sin solución de continuidad los jugadores seleccionados por Luis Enrique. Sin que éste les haya dicho ¡Basta ya!...: Que en peores plazas hemos actuado