Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 29 de noviembre de 2021

Vinícius le puso la guinda a un gran partido

Madrid y Sevilla han engrandecido el fútbol con el partido que han jugado hoy. La primera media hora del equipo hispalense ha sido soberbia. Repleta de acciones sincronizadas para hacerle daño a un rival tan cualificado. El poderío aéreo del equipo sevillista fue una amenaza constante para Militâo, Alaba, Mendy y, sobre todo, para Courtois. Quien no pudo evitar que el remate con la testa de Rafa Mir, en un saque de esquina, llegara a la red. En pleno dominio de los visitantes, con un Madrid acogotado, Ocampos estrelló un balón en el larguero.

Conviene aclarar que el Sevilla, además del peligro que tiene jugando por elevación, goza además de otras cualidades futbolísticas. Verbigracia: es un equipo que presiona muy arriba y que en cuanto pierde el balón tarda nada y menos en hacer repliegues intensos y marcajes rigurosos. Sus jugadores saben muy bien cuando tienen que salir desde atrás con el balón jugado y cuando deben hacerlo con pases largos. Es un conjunto muy trabajado tácticamente y que cuenta con futbolistas de mucha valía. En suma: es un equipazo. Y así lo dije en la previa del partido.

Al Madrid, cuando se le pone entre las cuerdas, hay que derribarlo... Y quien no lo haga sabe a lo que se expone. El Sevilla no lo hizo y salió derrotado, una vez más, del Bernabéu. Cierto es que el equipo merengue se defendió con uñas y dientes durante el tiempo en que se vio asediado. Y, en cuanto sus adversarios decidieron tomarse un respiro, sacó a relucir su voluntad férrea y su experiencia en partidos de tanta exigencia. Fue entonces cuando Militào golpeó el balón desde Cibeles y Bono en vez de blocar el balón lo envió contra el palo izquierdo. Y el rechace lo aprovechó Benzema para empatar.

El Madrid fue mejor en la segunda parte. Aunque en ataque ni Asensio ni Vinícius daban señales de vida. El primero evidenciaba, una vez más, su abulia en momentos decisivos. Y el segundo estaba muy bien marcado. Incluso hubo momentos en los que parecía que ambos conjuntos jugaban a no perder. Y llegaron los cambios de Ancelotti: Camavinga y Valverde salieron por Modric y Asensio. Y el Madrid arrinconó al poderoso Sevilla. Y además llegó el golazo de Vinícius. Un tanto excepcional que le puso la guinda a un gran partido. 


 






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