Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 6 de enero de 2022

Las cosas claras y el chocolate espeso

Ayer me fue imposible opinar del Alcoyano-Madrid. Y hoy, a pesar de que no me gusta hablar de fútbol cuando se conocen las consecuencias de lo ocurrido, lo hago porque durante el partido se produjeron muchas de las debilidades del equipo blanco y que fueron analizadas por servidor el pasado 3 del mes que corre, bajo el título de Opiniones futbolísticas.

Hace ya tiempo que el centro del campo del Madrid se resiente por mor de Casemiro, debido a que su rendimiento ha ido tan a menos que si fuera otro jugador estaría ya puesto en la picota por parte de los periodistas deportivos. Su bajo nivel obliga a que Modric y Kroos deban esforzarse hasta límites inadmisibles para la edad de ambos. 

Mi parecer sobre Marcelo fue así: El brasileño ha sido una estrella como lateral ofensivo. De ahí que los entrenadores le permitieran jugar a su aire en los días de vino y rosas; si bien sus compañeros de línea debían sacrificarse para paliar en parte los ataques de los rivales por el agujero que dejaba el lateral. Marcelo sigue jugando igual que antes. Eso sí, ahora defiende peor y ofensivamente es menos rentable. Ley de vida...

Fede Valverde recibía, hasta hace nada,  ditirambos a granel. Los escribidores lo ponían en la cresta de la ola. Lo adulaban hasta la náusea. Mientras que yo, por más que trataba por todos los medios de ver sus bondades futbolística, no las apreciaba. Tal vez porque los cristales de mis gafas necesitaban ser cambiados. Y así lo hice. Y he comprobado que el juego del uruguayo no es "Ni chicha ni limonada". 

Isco, Hazard y Asensio son capaces de alterar los nervios de los aficionados del Madrid. De los dos primeros, siempre se espera lo mejor. De haber sido toreros, seguramente serían lo más parecido a Rafael de Paula y, cómo no, a Curro Romero. Pero, tanto el belga como el nacido en Arroyo de la Miel, rinden con cuentagotas. Lo cual es inaceptable en un equipo que se ha distinguido siempre porque la calidad de sus jugadores debe ir acompañada siempre por el espíritu de sacrificio. Asensio, en cambio, tiene buen bajío cuando sale al césped desde el banquillo.  

En rigor, y por muy del Madrid que yo sea, la victoria de ayer en El Collao se debió, en gran medida, a que la Diosa Fortuna se puso de su parte. Puesto que dos de los goles fueron de chamba, como decía don Alfredo Di Stéfano de tales tantos. Ah, y por las actuaciones de sus centrales: Militâo y Alaba. "Las cosas claras y el chocolate espeso".  



 

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