El Estadio RCDE Stadium, también conocido como El Prat, se llenó hasta la bandera para ver a la Selección Española. La cual hacía 18 años que no jugaba en Barcelona. Los gritos de ¡España, España, España¡ sonaron sin cesar durante todo el partido. Prueba evidente de que el independentismo jamás podrá acabar con quienes tienen a gala ser español. Que son tantos en Cataluña como para llenar muchos estadios como el ya reseñado. La pena es que la selección no supo responder con buen juego y goles a una fiesta incomparable. Es más, pasó las de Caín para derrotar a su rival.
La Selección de Albania, por más que sus jugadores actúen en equipos ingleses, franceses o españoles, no deja de ser un combinado con más defectos que virtudes. De ahí que reduzcan su fútbol a defenderse con las líneas muy juntas y a contraatacar de higos a brevas. En ocasiones, tratan de presionar muy arriba. Pero sin éxito; además de perder el orden defensivo. Por consiguiente, apenas buscan la portería contraria. Tres fueron las veces que llegaron a la defendida por David Raya. En una de ellas, cuando España ganaba gracias al gol obtenido por Ferrán Torres (74'), Uzuni obtuvo el empate (84'). Debido, todo hay que decirlo, a una falta de entendimiento entre Pau Torres y Raya.
A partir de ese momento, los albaneses reforzaron aún más su sistema defensivo, tratando de mantener el empate con un sistema de 4-5-1. Eso sí, situando por delante de sus centrales a dos mediocentros defensivos. El dominio de nuestra selección acabó dando sus frutos con un disparo de Dani Olmo desde la media distancia cuando corría el minuto 90. Gol que celebró Luis Enrique por todo lo alto. Y es que él sabe mejor que nadie cómo la selección necesita las victorias para que sus jugadores crean que tienen muchas posibilidades de ganar el Mundial de Qatar 2022.
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