El Atlético fue mejor que el Manchester City

El sistema táctico del Atlético de Madrid es harto conocido: defensivamente se basa en repliegue intenso a su propio campo. Líneas muy juntas. Marcajes asfixiantes a los adversarios. Es decir, sus futbolistas marcan al hombre para regresar, en cuanto acaba la jugada, a su posición natural. Se nota la disciplina espartana en las misiones concretas establecidas por el Cholo Simeone. El equipo rojiblanco sabe soportar asedios muy cerca de Oblak, dada la confianza que éste genera entre sus compañeros. Con el paso del tiempo, Simeone decidió adelantar la defensa para presionar a sus rivales. Sobre todo cuando el marcador le es adverso. Aunque normalmente el Atléti hace del contragolpe su mejor arma. 

El Atlético fue superior al Manchester City. Pero sus jugadores no remataron la faena con goles. Y sin ellos todo quedó en lo que pudo haber sido y no fue... Una pena, la verdad sea dicha, puesto que un Madrid-Atlético, en una semifinal de la UEFA Champions League, habría sido un espectáculo en todos los sentidos. Del partido, amén del buen juego de los futbolistas 'colchoneros', cabe destacar algo que suele sucederle a quienes escupen hacia arriba. En este caso, fue Pep Guardiola quien escupió al cielo y le cayó en la cara. Si bien es cierto que la suerte se puso de su parte para salir bien del trance.

El entrenador catalán es un tipo convencido de que es el inventor del fútbol moderno. Se arrogó ese mérito y además no tuvo reparo alguno en airear a los cuatro vientos que la única verdad del deporte rey estaba en el tiqui-taca. Decía no entender cómo era posible que los porteros sacaran en largo o que los defensas despejaran los balones cuando el peligro se cernía sobre su portería. Desde la banda se le veía bisbisear maldades cuando su guardameta no jugaba un rondo con sus compañeros de la zaga. Dando muestras evidentes de que su exquisitez le impedía soportar semejantes ordinarieces balompédicas.

De un tiempo a esta parte, comprobado está que Pep Guardiola aconseja a su guardameta que saque en largo. Que sus defensas no se compliquen la vida, saliendo desde atrás, con pasecitos cortos y horizontales, y que no le hace ascos a que sus hombres defiendan en bloque y a escasos metros de su portero. En suma, que el inventor del fútbol moderno ha sumado a su repertorio de conocimientos acciones futbolísticas que él consideraba obsoletas. Puesto que todas ellas siguen siendo necesarias. Gracias a las cuales, mister Guardiola pudo salir airoso del Wanda Metropolitano.