Ancelotti reservó algunos jugadores muy destacados para enfrentarse al Atlético de Madrid. A fin de que éstos lleguen en las mejores condiciones a la final de la UEFA Champions League frente al Liverpool. Cuando todavía quedan casi tres semanas para que se celebre esa gran fiesta del fútbol europeo. Decisión que a mí me pareció acertada. Por más que enfrente tuviera a un gran equipo y que además se nutre principalmente de las victorias que consigue ante su eterno rival. Cierto es que la plantilla del Madrid permite que su entrenador se tome esa licencia.
Lo que me resulta incomprensible es que el técnico italiano no se percate de que los rivales tratan de aprovecharse de las facilidades que da su equipo por el centro. Debido al bajo rendimiento que viene ofreciendo Casemiro desde hace ya tiempo. Y que a mí me permite redoblar el tambor acerca de un hecho que exige reparación cuanto antes.
Ayer fueron Koke y Condogbia quienes se hicieron dueños, durante muchos minutos, de esa parcela donde se cuecen las victorias y las derrotas. Aprovechándose de que el futbolista brasileño ocupa muy poco espacio por mor de una lentitud desesperante que le impide afrontar las basculaciones con éxito, hacerse fuerte en las anticipaciones y ser ese baluarte defensivo que distingue a los escudos de la defensa.
En suma, la titularidad de Casemiro no está en consonancia con unas actuaciones menos que discretas. Su suerte es que cuenta con el apoyo de todos los que chamullan de fútbol en los mejores escaparates de los medios de comunicación. Que si no... A otra cosa, mariposa: Marco Asensio sigue dando una de cal y otra de arena. Y Rodrygo no le va a la zaga. ¿De Jovic, dice usted? A veces me recuerda a Fernando Fernán Gómez en la película El Fenómeno. Y me hago cruces.
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