Hubo un tiempo en que casi nunca me acostaba yo antes de las tres de la mañana. Y me parecía que prescindir de ese hábito podía ser tan difícil como dicen que lo es dejar de fumar. Si bien un día, de hace ya bastante años, opté por el cambio y aún no me he arrepentido. Así que, salvo por causa de interés o necesidad, suelo irme a la cama alrededor de las diez o las once de la noche. Pero a las ocho de la mañana ya tengo los ojos abiertos de par en par.
Causa de interés consideré la retransmisión de los partidos que el Madrid ha jugado en América. Por lo que adelanté en una hora mi entrada en la piltra. A fin de estar en las mejores condiciones cuando el despertador sonara de madrugada. Y debo decir que no me ha merecido la pena alterar mi forma de vida para ver al equipo merengue, mi equipo de toda la vida. Pues su juego no ha estado a la altura que le corresponde. Por más que primen las excusas por los pocos días de preparación y del cansancio acumulado por mor del duro trabajo realizado en tan corto espacio de tiempo.
El Madrid tiene un cachet de distinción que no se puede imitar. Y ese sello distintivo le obliga a ser el mejor incluso en los torneos veraniegos. Hasta el momento no ha sido así: fue derrotado por el Barcelona y no ha pasado del empate ante el América. Y ha dejado muchas dudas con sus actuaciones. Sí, ya sé que muchos aficionados habrán recurrido ya a ese manido tópico que detesta los buenos principios...
El caso es que Ancelotti tiene dos problemas que saltan a la vista: el primero está en la composición del centro del campo. Lo cual no es moco de pavo. Y me explico: los veteranos de esa línea, Modric y Kroos, no están acabados, ni mucho menos. Pero su rendimiento da muestras evidentes de estar transitando ya por la ladera conducente a la sima. Y, por si fuera poco, Casemiro se ha quedado antiguo como mediocentro.
Cierto es que en esa posición el Madrid tiene a Camavinga, Thchouaméni, Valverde y hasta Ceballos podría jugar adelantado y protegido por los costados. El segundo radica en que el Madrid carece de un delantero centro capaz de sustituir a Benzema cuando las circunstancias lo requieran. Ahora bien, no creo que Ancelotti se atreva a prescindir de Kroos, Modric y Casemiro de una tacada. Aunque como técnico inteligente y avezado en tales situaciones, bien podría ir mezclando juventud con veteranía. Lo de Benzema es más complicado, dado que en la plantilla no existe nadie capaz de cubrir su ausencia, llegado el caso. Por más que se insista en que tanto Asensio como Hazard pueden jugar de falso nueve.
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