Buen partido del Madrid

La primera mitad del Madrid frente al Elche fue de esas que uno no quiere que se acaben nunca. Jugar al fútbol como lo hizo el equipo merengue genera satisfacción y además engrandece al deporte rey. Las combinaciones realizadas por los jugadores dirigidos por Ancelotti desarbolaban las líneas del conjunto ilicitano. Así que sus jugadores bastante hacían con defenderse como buenamente podían. Por lo tanto, no me extraña que Almirón, entrenador del conjunto alicantino, dijera que es casi imposible capear esa avalancha de buen juego.

El Madrid pudo resolver el partido en menos que canta un gallo. Pero entre que Edgar Badía evitó algunos tantos y que los delanteros blancos no remataron con el acierto debido, el primer gol llegó en el minuto once. El autor fue Valverde. Quien últimamente se viene prodigando en el tiro desde la media distancia. Que es la mejor decisión cuando los adversarios se sitúan en bloque bajo y con todos sus futbolistas defendiendo a ultranza. 

Tras el descanso, y en vista de que el equipo local buscó el empate con más determinación que lo había hecho hasta entonces, El Madrid tuvo que nadar y guardar la ropa; cediendo el balón y confiando en su sistema defensivo y en las intervenciones de Lunin. A propósito, el guardameta ucraniano evidenció su categoría, una vez más, con dos intervenciones magníficas. Ah, sus actuaciones han servido para demostrar que se puede confiar absolutamente en él.

En la segunda mitad, el dominio del Elche fue a más cuando Kroos y Modric, como es habitual, dieron muestras de cansancio. Ancelotti recurrió a Tchouameni (61') para dar descanso al centrocampista alemán. La entrada del internacional francés fue un soplo de aire fresco para su equipo. Recuperación que hizo posible que Benzema asegurara la victoria con el segundo gol (74').  También Camavinga tuvo tiempo de aportar su derroche físico durante el tramo final del encuentro. Y, como siempre, Marco Asensio marcó su gol nada más pisar el césped (88').  En suma, buen partido del Madrid y victoria más que merecida.