Fechas atrás, decía servidor que el Campeonato del Mundo tenía que ser selectivo. Es decir, que las mejores selecciones jugaran entre ellas como primera categoría y que hubiera una segunda adecuada a los combinados inferiores. Opinión que comparten innumerables aficionados. Saco nuevamente el caso a colación por mor del partido que nos han ofrecido Qatar y Ecuador. Encuentro infumable; es decir, malo de solemnidad. El cual pasará a la historia como uno de los peores... Si no el peor habido hasta ahora en una Competición de tamaña importancia.
Cierto es que la FIFA jamás cambiará el sistema existente, por muy añejo que sea, debido a que ese modelo genera dinero a granel. Motivo más que suficiente para que sus dirigentes digan que no se toca lo que funciona económicamente. Faltaría más. Por consiguiente, los aficionados al deporte rey tendrán que seguir soportando espectáculos como el habido en el estadio Al Bayt. En el cual los ecuatorianos 'ganaron sin bajarse del autocar'. En principio, porque aprovecharon los fallos continuados de Saad Al Sheeb: Guardameta que estaba hecho un flan y cuyas salidas del marco fueron patéticas.
De semejante despropósito se aprovechó muy pronto Enner Valencia. Delantero que marcó tres goles. Uno de ellos invalidado por Daniele Orsato: árbitro italiano. Los qataríes tuvieron una ocasión clara para batir a Hernán Galíndez y la marraron. En suma, y perdonen que redoble el tambor, un Campeonato del Mundo jamás podrá considerarse de calidad si participan selecciones de tan bajo nivel futbolístico. Ah, los goles de Ecuador los obtuvo Enner Valencia.
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