El jardinero es insistente

Xavi Hernández se ha ganado a pulso ser conocido como 'El jardinero'. Debido a que cuando su equipo pierde, empata o juega mal, siempre se lo atribuye a las malas condiciones del césped. Bien porque la yerba esté alta, según él; bien porque esté seca; o porque se haya regado excesivamente. La cuestión es que el entrenador del Barcelona no se percata de que su obsesión con las condiciones de los terrenos de juego se ha convertido en motivo de cachondeo. 

Xavi Hernández, amén de ser causa de mofa, no se da cuenta de que semejante proceder sirve para que sus futbolistas tengan la excusa ideal cuando pegan un petardo o son derrotados. Pues sabido es que los jugadores, salvo raras excepciones, son propensos a buscar culpables cuando 'pintan bastos'. En los años de Maricastaña, cuando el entrenador del Barça aún no había nacido, lo primero que hacían los jugadores visitantes, nada más llegar al recinto deportivo, era inspeccionar el estado del terreno de juego.

Los entrenadores, en esos momentos, procuraban observar detenidamente el semblante de los futbolistas; pues en sus caras se calcaba el efecto positivo o negativo que les había causado el estado del terreno. Y pronto entraban en acción tanto si las deficiencias eran palpables o si el piso era una alfombra. En el primer caso, iban al grano: "Aquí es donde hay que jugar y no admito excusa alguna. Lo que sí harán ustedes es adaptarse a los inconvenientes y sacar partido de ellos. Si hay que jugar en largo se juega. Evitar los pases cortos en campo propio. Dejar los regates para otras ocasiones. No ceder balones al portero por sistema. Y, naturalmente, chutar desde la media distancia y aprovecharse del juego aéreo". Consignas que iban acompañadas de otras sobre la marcha.

¡Quien no juegue bien aquí es porque no sabe!... Loa de los futbolistas al césped y que necesitaba el siguiente recordatorio del entrenador: "No olviden que cada cual debe hacer lo que mejor sabe. Y por tanto cumplir con la misión concreta generalizada y asimismo con la individual. "No vayan ustedes, debido al buen estado del terreno de juego, a querer rizar el rizo". Por consiguiente, no entiendo que Xavi Hernández, curtido ya en mil batallas futbolísticas, le pusiera peros al césped de El Coliseum Alfonso Pérez. A no ser que tenga vocación de jardinero. Y, por si fuera poco, también se quejó del sol. Alegando que es amante de la noche. ¡Uf!