La victoria frente a los chipriotas le permite a la Selección Española liderar el grupo y por tanto ser cabeza de serie en el sorteo de la Euro 2024. Los goles fueron marcados por Lamine, Oyarzabal y Joselu. El rival, conviene decirlo cuanto antes, demostró su inferioridad manifiesta. Hasta el punto de que me obliga, una vez más, a decir lo siguiente: ¿Cuándo la UEFA decidirá hacer dos o tres categorías en esta competición a fin de que las mejores selecciones jueguen entre ellas y las débiles hagan lo mismo? De lo contrario, día llegará, si no está ocurriendo ya, que sean pocos los espectadores que se sienten frente al televisor.
Hay que ser muy aficionado al fútbol para ser espectador de un España-Chipre tanto en el Estadio como sentado en cómoda butaca de la sala de estar. A sabiendas de que los bostezos serán muchos. E incluso que el juego posibilita que se sucedan las cabezadas. Y, desde luego, tampoco creo que a los escribidores les apetezca opinar al respecto. Puesto que nada digno de ser destacado sucedió en el encuentro. Si acaso, para no pecar de exigente, airearé el desparpajo con que juega Yamine Lamal. Y la calidad de Oyarzabal. El cual volvió a lesionarse. Y poco más... Verbigracia: los jugadores chipriotras celebraron el gol como si hubieran ganado una final de renombre.
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