Todo lo que no sea ganar, ganar y ganar es una crisis en el Real Madrid

El Real Madrid es un club hecho para obtener títulos. Así lo exige su historia. De modo que cuando sus jugadores lo dejan en la estacada muchos de sus seguidores se comportan como inquisidores. Así me lo dijo hoy un amigo cuyo madridismo no le impide aceptar las derrotas con normalidad. De modo que tuve la oportunidad de intercambiar impresiones con él. Lo cual no es óbice para que Pepe López reconozca que el talón de Aquiles del Madrid es su manera de defender. El punto vulnerable del cual se viene aprovechando el Fútbol Club Barcelona últimamente. 

Pepe López me inquiere acerca de la mala gestión sin la pelota de un Madrid dirigido por un entrenador como Carlo Ancelotti. Futbolista y técnico que formó parte asimismo de un fútbol italiano que destacó sobremanera por la sobriedad defensiva. Y respondí de esta guisa: Ancelotti rebosa madridismo y siempre ha dado muestras evidentes de su amistad con Florentino Pérez. El cual nunca se ha cortado lo más mínimo en airear que el dinero hay que invertirlo en delanteros y no en defensas. De ahí que el laureado entrenador no haya dicho nunca esta boca es mía al respecto.

Ahora bien, me imagino que en sus charlas con el presidente y asismismo con los técnicos que lo asesoran, el entrenador del Madrid habrá opinado acerca del punto vulnerable del equipo. Y, lógicamente, se habrá referido a la endeblez defensiva que tiene el bloque por los costados. La cual se ve a una legua. Y, por si fuera poco, habrá añadido que tanto Vinicius Juniór como Rodrygo Göes no defienden nada. Problema que últimamente se ha agudizado con futbolistas como Arda Güler o Endrick. Semejante situación la está pagando, por ejemplo, Fede Valverde. Debido a que el uruguayo no escatima esfuerzos durante todo el encuentro. Aportación que le impide ser más efectivo en su cometido. Lo mismo que le sucede a Jude Bellingham.