Llegó el Madrid a Bilbao con la mácula de no haber ganado lejos del Bernabéu a los siguientes equipos: Rayo Vallecano, Elche, Atlético de Madrid y Gerona. Por consiguiente, se auguraba en los corrillos deportivos que tampoco lo haría en el mítico San Mamés. Y que un nuevo empate, por ejemplo, sería fatal para Xabi Alonso. Verbigracia: el entrenador tolosarra estaba nuevamente en la tan temida antesala de ser destituido si no derrotaba al Athletic. Tarea no considerada fácil. Pero surgió Mbappé y encarriló el encuentro con dos goles y una cesión a Camavinga que marcó el tercero de un testarazo. Victoria más que merecida del equipo blanco.
Kylian Mbappé fue el mejor del partido con dos tantos y un pase de gol. Y sobre todo fue capaz de desorientar absolutamente a su marcador y a todo el sistema defensivo del equipo dirigido por Ernesto Valverde. El astro francés está dando muestras visibles de que es el mejor delantero que existe actualmente. Amén de otras cualidades que son muy necesarias para ser una estrella del deporte rey. El tercer gol fue obra de Camavinga. Rematando de cabeza un centro como mandan los cánones. Lástima que el francés se haya lesionado cuando volvía a estar recuperado de otros problemas físicos. Y empezaba a ser otra vez ese todoterreno capaz de adueñarse del centro del campo con brega constante y marcador implacable del adversario más destacado en esa zona vital del terreno de juego.
Hablando de lesionados. También tuvo que retirarse Alexander Arnold por un golpe en un pie. Cuando estaba dando una lección de cómo debe jugarse como lateral. Dado que maneja su pierna diestra con una maestria capaz de ejecutar los cambios de orientación como pocos defensas lo hacen actualmente. Y además raramente comete pérdidas de balones por imprudencias derivas de lucimiento. Jude Bellingham, tras haber estado lesionado cierto tiempo, está tratando de coger nuevamante esa magnífica forma que nos encandiló a todos la temporada pasada. Pero su recuperación se me antoja que no será tan rápida como los madridistas desean.
A propósito, es de justicia destacar, una vez más, a Thibaut Courtois. El guardameta belga volvió a deleitarnos con tres o cuatro paradas excepcionales. Las cuales evitaron goles cantados. Parece mentira que el cancerbero del Madrid -con su estatura- tenga la agilidad que demuestra en momentos cruciales. En fin, así gana el Madrid... Nada más y nada menos que en el Estadio de San Mamés.
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