Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

martes, 22 de septiembre de 2015

Dedicado a Juan Carlos Gil Amador

Hallo a Juan Carlos Gil Amador, a quien conozco desde hace la tira de tiempo, en un bar de la calle Jaudenes, y va y me dice que tiene la intención de escribir un libro sobre el deporte en Ceuta, desde 1930. En el cual primará el fútbol por encima de todo. Y, a renglón seguido, me pide que lo asesore yo en cuanto concierne al deporte rey.

Y lo primero que hago es decirle que yo nunca me he cortado lo más mínimo en propalar que José Martínez Pirri ha sido uno de los más grandes jugadores de la historia del Real Madrid y, naturalmente, una de las grandes figuras del fútbol español y mundial. Martínez, que así quería Santiago Bernabéu que se nominara al extraordinario jugador ceutí, porque le desagradaban los apelativos, lo primero que hizo al llegar a la capital de España fue darse una vuelta por la calle de la Victoria. El pasaje más frecuentado del Madrid de los años cincuenta y sesenta.

Sucedió ello a mediados de agosto de 1964, y fue en el Bar Club, lugar de cita de toreros y futbolistas, de artistas y de cuantas personas acudían a los madriles para buscarse la vida, donde yo conocí a Pirri, porque me lo presentó José Sánchez Pérez El Trompi. Éste había brillado cual jugador del Granada de los años cuarenta y cincuenta. Futbolista genial, cuyo juego se basaba en regates inverosímiles, fintas esplendorosas, pases geniales, y asimismo era capaz de usar todas las superficies para golpear el balón con una precisión deslumbrante. Resaltaban sus taconazos, como recurso, con una fuerza y colocación que causaban estupor.

El Trompi se dedicaba a los corretajes de muchas cosas. Y además hacía de intermediario de futbolistas y entrenadores. Era mi amigo y a mí se me caía la baba oyéndole hablar de sus momentos históricos como jugador de la Ferroviaria madrileña y del Granada en la División de Honor. Aquel mediodía de agosto, cuando vio llegar a José Martínez Pirri al Bar Club, lo primero que hizo Trompi, tras abrazar al jugador ceutí, pues había sido su entrenador en el Recreativo Granada, fue preguntarle, con socarronería, por su estancia en Madrid. Cuando El Trompi sabía ya que José Martínez había sido fichado por el equipo merengue.

Y cuando Pirri le dijo que había sido contratado por el mejor equipo del mundo, El Trompi le gastó una de sus acostumbradas bromas, con el aire achulado de los madrileños castizos. Eso sí, nada más despedirse Pirri de nosotros, El Trompi no dudó en vaticinar: en cuanto Miguel Muñoz decida darle una oportunidad, el ceutí será titular indiscutible. Amén de extenderse en contarnos las muchas cualidades que atesoraba el chaval caballa.

José Martínez Pirri ha sido uno de los mejores futbolistas españoles de todos los tiempos. Y, por supuesto, del Madrid. Enumerar sus muchas cualidades, capaces de hacer posible que su condición de enorme futbolista prevalezca por encima de casi todos los jugadores de su época, me parece tan necesario como justo. Pues es lamentable que no se le haga la justicia que le corresponde.

Espero que esta opinión sea incluida en el libro que quiere escribir Juan Carlos Gil Amador.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.