Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 16 de mayo de 2016

Lo conservador y el centrismo

Decidí tomar una caña en un bar del centro donde coincidí con AB -recurro a sus iniciales porque mi interlocutor hace ya muchos años que tomó la decisión, una vez que abandonó la política activa, de no aparecer en los medios- y, tras los saludos de rigor, lo primero que me dijo es que, habiéndome leído, como cada mañana, dedujo que mi conservadurismo está en alza. Y, conociendo al personaje, respondí así a su ironía.

-Yo sé, querido AB, que los conservadores tienen en España poco crédito, porque se relaciona con el instinto de conservar a favor de la clase instalada. De hecho, la izquierda, cuando quiere desprestigiar a la derecha española, la califica de "conservadora". De ahí que esta identidad no sea popular. Ahora bien, a los setetenta y tantos años, sin un pelo de... tonto, y teniendo que vigilar, más que nunca, mi colesterol malo, tú debes comprender que yo no estoy en disposición de prestarle atención a políticos revolucionarios.

AB sacó a relucir su media sonrisa, atiborrada de sorna, tan cacacterística en él cuando solía fajarse con sus adversarios políticos. Y, tras concederse unos segundos de respiro, habló:

-Estarás de acuerdo conmigo que el centrismo no deja de ser, ahora mismo, una falsificación de la realidad.

-Verás, AB, yo sé que tú has pensado siempre que el centro no es un concepto ideológico y ni siquiera estratégico, sino político, en el sentido que la palabra política tiene de posibilismo, moderación y capacidad integradora. Así nació el centrismo en nuestro país, mediante la alarma de una restauración democrática sin suficientes acuerdos de concertación o integración para una convivencia y una paz deseadas. Pero aquella alarma se vino abajo porque se concertó la Constitución y otras cosas mediante consenso, en los famosos Pactos de la Moncloa, que fueron aceptados por unos y por otros.

-Pero, Manolo,  ¿tú crees, de verdad, que en estos momentos el centrismo vuelve a ser imprescindible?

-Sí, claro que sí; puesto que se dan todas las circunstancias para que vuelva a reinar la moderación. Cierto es que ese espacio del centrismo se lo ha apropiado Ciudadanos. Aunque tampoco es menos cierto que socialistas y populares llevan ya muchos años dando muestras visibles de saber contemporizar. Y, cuando no lo han hecho, por causas que todos sabemos, lo han pagado en las urnas.

Vamos, que tú no comulgas con los llamados partidos emergentes.

No. Aunque nunca he dejado de reconocer que la irrupción de Podemos en la escena política, en su día, sirvió para que PP y PSOE salieran de la madriguera, dispuestos a enmendar yerros y, por encima de todo, para combatir la corrupción. La cual suele aflorar, y es algo que lo hemos hablado muchas veces, cuando la clase media, que asegura la estabilidad del Estado, permanece fiel a las leyes y desconfía de los arrebatos pasionales (Aristóteles), es maltratada.




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