Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 13 de mayo de 2016

Primas por ganar y por dejarse perder

Desde que se conocieron los resultados del penúltimo partido de la Liga BBVA se nos viene diciendo, con machaconería, por radios, televisiones, periódicos digitales y de papel, que las primas a terceros están prohibidas, centrando la atención en el partido Granada-Barcelona. Lo cual ha propiciado que se hagan cábalas acerca de si los jugadores granadinos redoblarán sus esfuerzos, cuando  no se juegan nada, salvo cumplir con su deber, para obtener la victoria.

El exceso de conjeturas acerca del partido que mañana se celebrará en el Nuevo Estadio de los Cármenes con el fin de advertir al Madrid de que no se le ocurra premiar a los futbolistas locales de modo y manera que éstos decidan luchar hasta la extenuación, me parece un ejercicio de hipocresía que le hace mucho daño al llamado deporte rey. ¿Acaso los jugadores, al margen de sus cuantiosos honorarios, no reciben dineros extras de sus clubes por ganar partidos?

Tal ha sido el exceso de celo con que se ha venido hablando de las posibles primas a los jugadores del Granada por ganarle al Barcelona, que alguien, tratando de barrer para su casa, decidió que también era el momento adecuado para sacar a relucir los premios que presuntamente aceptan los futbolistas por dejarse perder. Hecho de una gravedad incuestionable y que debe ser perseguido sin miramiento alguno.

Así, con celeridad manifiesta, se nos puso al tanto de ese posible acuerdo a tres bandas entre Sevilla, Barcelona y Granada. Cuyos resultados redundarían en contra del Madrid, aun ganando éste en Riazor. Hay más: ¿alguien se ha preguntado cuánto dinero obtendrían los jugadores del Deportivo si le ganasen al Madrid, a fin de que el Barcelona lo tenga todo controlado?

Pues bien,  por si fuera poco lo que nos han venido diciendo durante días, ahora resulta que se nos informa que también se está investigando el Granada-Las Palmas y el Rayo-Real Sociedad por motivos presuntamente espurios, fraudulentos, falsos. Algo que no es nuevo. Ni mucho menos. Pero que se lleva a cabo con más estilo y profesionalidad que en los años setenta y ochenta del siglo pasado.

En aquellas décadas, créanme, las primas a terceros estaban a la orden del día y la compra de partidos tampoco escaseaban. Alrededor del fútbol pululaban sinvergüenzas a granel. Y se hacían pasar por agentes futbolísticos. Y, salvo excepciones, tenían la cara de cemento armado. Así que llamaban al entrenador de cualquier club y le decían que si quería ganar en el campo tal para salvarse del descenso o bien ascender, ellos lo tenían todo pactado por una cantidad. cuya mitad habría de pagárseles antes del partido y la otra una vez terminado.

Si el partido lo ganaba el equipo que había soltado la pasta, por haber sido mejor que su rival, y que nada sabía del soborno, el intermediario, auténtico chorizo, se embolsaba una pasta gansa. Si el equipo necesitado de puntos perdía, entonces el intermediario se excusaba diciendo que los rivales se habían echado atrás en el último momento. A veces devolvían el dinero que se les había adelantado a cambio de que se les remunerara por los servicios prestados. Otras se quedaban con todas las pesetas obtenidas.

Verbigracia: Iba yo de entrenador al frente de un equipo que se jugaba el ascenso en dos partidos. En el primero, el entrenador del equipo visitado, internacional de relumbrón que había sido, se dirigió a mí de tal guisa: "De la Torre, dile a tu presidente que si no suelta quinientas mil pesetas, ahora mismo,  mis jugadores van a entregarse de lleno para que no ganéis, puesto que  me han ofrecido el mismo dinero por ganaros".

 Mi presidente no cedió al chantaje. Y el partido terminó empatado. El  equipo que nos disputaba el ascenso compró a tiempo su partido  y ascendió. Pruebas hubo que le costaron la carrera a un entrenador. Pero el entrenador del equipo que me propuso el chantaje, ex jugador famoso, se llevó un  chasco morrocotudo: quienes fueron a ofrecerle dinero por ganarnos sólo le pagaron un mínimo anticipo. Ya que nunca acudieron a la cita prevista, tras el encuentro, para hacerle entrega de la parte restante. Esta situación se producía frecuentemente.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.