Charla con Nayim

Coincido con Mohammed Alí Amar, más conocido como Nayim, en una cafetería y como siempre el fútbol es el tema de conversación. Esta vez pegamos la hebra sobre Mariano: jugador que ayer tuvo una magnífica actuación en el partido jugado por el Madrid frente a la Cultural Leonesa. El dominicano derrochó entusiasmo a raudales, exhibiendo además las cualidades que atesora, que son muchas, y hasta se entretuvo en marcar tres goles.

De Mariano, le digo a Nayim, he escrito yo varias veces. Las últimas fueron en agosto. La primera fue cuando el Stade de Reims jugó el Trofeo Bernabéu. Y opiné de tal guisa: Mariano jugó con el entusiasmo y la alegría de quien se sabe en posesión de unas cualidades que muy bien podrían ser las que necesita el Madrid en muchos momentos. Su forma de proceder caló entre los aficionados y mantuvo vivo el espectáculo cuando éste estaba a punto de deslizarse por la senda de la abulia.

Nayim, cuya memoria es privilegiada, se adelanta para decirme que el segundo parecer mío se debió a una pregunta que al respecto me había hecho Tati Toledo. Y no sólo asiento sino que recito lo que dije entonces: Hay un futbolista en el Madrid, dominicano él, cuya permanencia en el primer equipo jamás sería motivo de discordia por no jugar. En cambio, sí aportaría, en momentos adecuados, un rendimiento extraordinario, debido a sus remates de cabeza y con los pies, a su potencia, a su manejo del balón con ambas piernas y a un desparpajo impropio en quien lleva mucho tiempo sin actuar en el primer equipo.

La cesión de Mariano ha sido solicitada por muchos equipos. Hasta seis aspiran a hacerse con sus servicios en el llamado mercado de invierno. Pero el jugador se resiste a cambiar de aires porque está convencido de su valía para jugar cuando la baja de Bale precisa de un delantero de sus características. Por lo tanto, bien haría Zidane en contar con él a partir de ahora.

También la críticas que viene recibiendo James fueron motivo de conversación con mi estimado Nayim. Las cuales no cesan. Así que tengo la impresión de que al colombiano lo han tomado como el pito del sereno. Pues ni siquiera ayer, que salió a batirse el cobre, se libró de las opiniones adversas. De nada le sirvió su deseo permanente de participar en el juego a pesar de que sus  jóvenes compañeros, actuando con afán e individualismo para sobresalir, apenas le pasaban el balón. Hizo un gol y se dejó ver durante mucho tiempo.

Trato injusto, pues, el que viene recibiendo James por parte de los plumíferos. Todo lo contrario al que está recibiendo Isco. Ayer, por ejemplo, el jugador malagueño estuvo desacertado durante todo el tiempo que estuvo en el césped, y sin embargo le llueven los halagos. En fin, que hablar con Nayim de fútbol, o de cualquier otra cosa, es siempre un placer.