Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Luis Enrique y Busquets

Luis Enrique sabe sobradamente que Sergio Busquets no está rindiendo. Incluso es consciente de que está jugando con tanta comodidad que hasta él sería capaz, a su edad, de hacer lo mismo o mejorarlo. Pero el asturiano tiene tablas suficientes como para graparse los labios. No en vano salió trasquilado del Roma por cantarle las cuarenta a Francesco Totti.

Sin embargo la procesión de Luis Enrique va por dentro. Y cuando un técnico sufre en silencio comportamientos que le desagradan, y decide soportarlos por creer que el remedio puede ser peor que la enfermedad, suele desfogar su mal humor en quien no está en condiciones de responder y mucho menos de que periodistas y aficionados salgan en su defensa.

Luis Enrique aprovechó el partido de la Copa del Rey jugado por su equipo frente al Hércules de Alicante, en el Rico Pérez, para decirle a un jugador del filial, llamado Aleñá, lo que hace ya tiempo ha debido de recriminarle a Busquets. Con la comodidad que juega usted en esa zona, sin arriesgar lo más mínimo, estaría yo jugando todavía. Lo cual es posible en vista de la condición físca que exhibe el entrenador del Fútbol Club Barcelona.

El mal momento de Busquets viene ya de lejos. Desde entonces más que correr trota y además se desenvuelve en un espacio de veinte o treinta metros y en una zona de nadie. Ni defiende ni ataca. Lo suyo es recibir el balón y dárselo al compañero más cercano. Eso sí, procura por todos los medios eludir su presencia en los sitios donde debe dar la cara y apretarse los machos. La suerte de este medio centro es que, cuando las cosas se ponen difíciles, suele acudir Messi en su ayuda.

El Madrid ha de aprovecharse de esta debilidad que tiene el equipo azulgrana. Debido a que Busquets ni defiende ni ataca, sino que se limita a jugar a su aire y los hace mediante el mínimo esfuerzo. Busquets, desde hace ya mucho tiempo, es el jugador que está sirviendo de referencia para jugarle al Barcelona con un delantero más que se encargue de moverse en ese espacio en el cual holgazanea el futbolista nacido en Sabadell.

Por cierto, Sergio Busquets achaca su mal momento a la ausencia de su compañero de fatigas: Iniesta. Éste puede volver a jugar mañana. Aun así, Zidane no debe, bajo ningún concepto, desaprovechar las facilidades que viene dando un futbolista situado en sitio vital de una zona vital. Y para ello, nada mejor que hacerle frente al medio centro con un delantero veloz, disciplinado, con sentido táctico y dispuesto a impedirle toda acción. Aprovechando de paso sus indecisiones para plantarse ante Ter Stegen.

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