Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Muy bien Modric, Kovacic y Vázquez

Hacía ya muchas temporadas que el Madrid no llegaba al Camp Nou con la tranquilidad que da tener seis puntos de diferencia y sabiendo además que el medio campo de su rival es el más endeble que ha tenido en los últimos tiempos. El trío formado por Rakitic, Busquets y Andrés Gomes volvió a dar muestras de inoperancia. Y, para más inri, Messi decidió no ayudarles hoy en ningún momento. Pero pasaba el tiempo y Zidane no se daba cuenta de que su alineación era errónea.

El mal momento de Busquets exigía ponerle encima a un jugador potente, disciplinado y dispuesto a unirse a los delanteros con ansia de gol. Alguien capaz -por poner un ejemplo- de jugar al ritmo que lo viene haciendo Lucas Vázquez por la banda y con afán de irse hacia la portería a la menor oportunidad. Pero Zidane optó por situar a Isco en una zona tan cómoda como para dejar al Barcelona vivito y coleando al final de la primera parte.

Una primera parte en la cual Modric, Kovacic y Lucas Vázquez se bastaban para dominar la zona ancha. Aunque en ataque tan buena labor no surtía ningún efecto porque Cristiano jugaba andando y Benzema no daba una. Se veía a la legua que el equipo azulgrana estaba acoquinado. Temeroso en extremo y temiendo lo peor. Mas el entrenador del Madrid no acertaba a comprender lo que estaba ocurriendo.

De modo que, tras el descanso, Zidane decidió que todo estaba en perfecto orden. Y pronto marcó Suárez de un testarazo. Entusiasmo indescriptible de los aficionados azulgrana y que fue a más con la salida de Iniesta al terreno de juego. Fueron los mejores minutos del Barcelona. Así que Zidane puso a Casemiro en lugar de Isco y volvió a errar. Puesto que lo que estaba pidiendo a gritos su equipo era un delantero y la entrada de un volante con velocidad para aprovecharse de la lentitud de Iniesta y compañía.

Tardes llegaron las incorporaciones de Asensio y Mariano al equipo. Menos mal que Ramos, cuyas actuaciones no están siendo acordes con su categoría, cabeceó un centro de Modric y empató el partido en el minuto noventa. Empate que no debe tapar las malas decisiones tomadas por el técnico del Madrid. Sobre todo al no aprovecharse de la debilidad del Barcelona en el medio campo.

Del árbitro conviene decir que debió indicar penalti en el derribo de Mascherano a Lucas Vázquez. Por cierto, a ver quién le niega la titularidad al jugador gallego.




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