Zidane desquicia al Sevilla

La situación de los jugadores del Madrid en el césped ha sido tan atinada como para que el gran equipo sevillano haya jugado el peor partido de la temporada y haya expuesto todos sus defectos y asimismo la poca capacidad de reacción de su entrenador: el tan lisonjeado Sampaoli. Otro de los técnicos que tiene conquistados a glosadores y comentaristas.

Zidane era consciente de que el medio campo de los hispalenses amén de ser ocupado por Nzonzi e Iborra, Nasri, Ganso y Vitolo -en esta ocasión jugando por la izquierda- y con Correa de delantero centro flotante, podría hacerse dueño de esa zona vital, sobre todo si desde atrás recibían la ayuda de sus laterales; Mariano y Escudero. Como es costumbre en el conjunto sevillano.

Así que no dudó el entrenador del Madrid en situar a Marco Asensio en una banda y en la otra a James. Con el fin de que ambos, además de ayudar en tareas defensivas  a Modric y a Kroos, mientras Casemiro servía de gregario para todos, fueran un continuo e inquietante peligro en ataque. Así que nada y menos tardó James -¿puede negarme alguien que la pierna izquierda del colombiano no sea de oro de muchos quilates?- en hacer el primer gol.

El gol afectó muchísimo a los jugadores sevillistas y estuvieron muchos minutos a merced del Madrid. Sobre todo porque Modric se hizo con el mando del encuentro y todo el conjunto ganó en confianza y el buen juego salió a relucir. El gol de Varane, tras rematar un balón sacado desde la esquina, era ya el premio merecido a una gran media hora de juego por parte de los locales. Magnífico el testarazo del extraordinario zaguero francés.

Pudo el Sevilla acortar distancia. Pero sus delanteros fallaron lamentablemente en dos ocasiones y en otras surgió la figura de un Kiko Casilla que daba la imprensión de haber jugado ya un montón de partidos. También es verdad que el Madrid pudo aumentar su cuenta de goles. Y sólo obtuvo uno de penalti por medio de James cuando estaba a punto de acabarse la primera parte.

La segunda mitad fue un querer y no poder del Sevilla frente a un Madrid ya carente del juego fluido y consistente que había derrochado durante cuarenta y cinco minutos. Lo cual propició pérdidas de balones por ambas partes y a medida que transcurría el tiempo daba la impresión de que el único que quería un nuevo gol era el equipo de Zidane. Aunque ya arrastrando cansancio y con las ideas poco claras.

Magnífico planteamiento de Zidane. Y conviene decirlo. Puesto que supo destrozar el engarce de líneas de un Sevilla que llegaba victorioso y con facha de equipo grande. Carvajal anuló a Vitolo. El medio campo del Madrid se impuso al del Sevilla. Y todo fue porque ni Mariano ni Escudero pudieron aportar nada a la zona central  y tampoco supieron frenar ni a James ni a Asencio. Un detalle: Escudero, lateral zurdo, jamás logró desbordar por el centro a sus rivales.

¡Ah!, los cambios de ambos equipos no influyeron en ningún sentido.