Muchas
han sido las veces que yo he declarado ser del Madrid desde que vestía
pantalones cortos. Pero mi ser
madridista nunca ha sido capaz de cegarme a la hora de enjuiciar el juego del
equipo ni tampoco los beneficios arbitrales recibidos por el conjunto merengue
en cualquier momento. De hecho, hay muchos lectores de este blog que ponen en duda mi
tan cacareado madridismo.
Yo no
suelo opinar del Barcelona con la misma frecuencia que lo vengo haciendo del
Madrid, y cuando decido hacerlo procuro no caer en la tentación de recrearme en
las ayudas arbitrales con las que se ve agraciado el equipo azulgrana en
ocasiones. Que no son pocas. Frente al París Saint Germain, sin embargo, me siento legitimado para decir
que Deniz Aytekin influyó mucho más
que Unai Emery en la eliminación del
equipo francés. Que ya es decir.
El
árbitro alemán cometió toda clase de desmanes contra un equipo que le facilitó
la tarea jugando casi todo el tiempo metido en su área. Sin orden ni
concierto. Aun así, jugando pésimamente
y cometiendo errores tácticos que le podían conducir al suicidio futbolístico,
el PSG jamás habría sido eliminado
con otro árbitro: pues no creo que haya en toda Europa un colegiado capaz de
actuar como lo hizo el alemán de origen turco. Sus yerros fueron tantos e
influyeron tan decisivamente en el resultado, que es merecedor de ser
investigado. No en vano es un árbitro con experiencia en la Bundesliga.
Lo
ocurrido ayer en el Camp Nou, por más que los hinchas del Barça tengan todo el
derecho del mundo a sentirse eufóricos, no deja de ser una vergüenza en todos
los aspectos. No creo que haga falta, cuando ya han transcurrido tantas horas
de un encuentro que será recordado siempre como
la noche en que Deniz Aytekin
parecía ser un miembro de la familia Pujol,
enumerar los errores arbitrales que le dieron al Barcelona –de un Messi perdido en el césped- la
posibilidad de continuar en una Champions League que ya está devaluada.
Adulterada, vamos.
Cómo
sería el arbitraje del alemán de procedencia turca, Deniz Aytekin, que hasta Jorge
Valdano, comentarista siempre condescendiente con el Barça e inquisidor con el Madrid, sintió vergüenza ajena de lo
que estaba ocurriendo y, naturalmente, lo contó a su manera. Esa manera
caballerosa de poeta científico del fútbol que le adjudica Juan Cruz. Periodista y escritor tan forofo del Barça como para no
decir ni pío del atropello cometido por los árbitros alemanes que dirigieron el partido. ¡Vergonzoso!
La
frase
“La evolución del hombre es lenta. Su injusticia avanzada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.