Mohamed Chaib sí que sabe

Ha pasado ya tiempo desde que el Partido Democrático y Social de Ceuta (PDSC), liderado por el siempre recordado Mustafa Mizzian y Mohamed Chaib, impidió  que el GIL pudiera hacerse con una mayoría absoluta que, de haberse producido, habría sido la mayor desgracia nunca antes ocurrida en Ceuta. Tanto MM como Chaib pagaron con creces su decisión de apoyar al Partido Popular. Del que nunca recibieron las atenciones debidas.

Es la respuesta  a la pregunta que me hace un conocido de playa después de haber disfrutado ambos de un baño matinal. La interpelación  fue la siguiente: “Manolo, ¿crees tú que el PP valoró en su medida la lealtad demostrada, en su momento, por  Mustafa Mizzian y Mohamed Chaib?”.  Mi no fue rotundo.

Aclarado el asunto, seguiré hablando de Mohamed Chaib. Todos los años, durante el Ramadán, dejamos de vernos. Y es así, porque yo me refugio en la playa de El Chorrillo y él transita la calle deprisa y, además, lo hace muy de mañana. Conque nos resulta casi imposible coincidir en los sitios de costumbre.  Así que lo echo de menos. Aunque sea para disentir de sus pareceres en algunos detalles y hechos.

La última vez que nos vimos, si mal no recuerdo, fue el martes de la semana pasada. Y, como siempre, el fútbol tuvo prioridad en nuestra charla. También salió a relucir el tema de la actualidad ceutí: los problemas de la frontera. Que a todos nos conciernen. Y Chaib, con esa manera sencilla que tiene de explicar las cosas importantes y con la concisión que le caracteriza, me indicó el punto más delicado del lío fronterizo.

Inmediatamente, como yo nunca antes había oído nada igual, acudí presto a quienes debía para comunicarles la opinión sobre el desaguisado de la frontera de alguien que se distingue por su actividad. Por su deseo de aprender y de hallarse en los sitios cuando muchos otros sestean o están siempre mirándose el ombligo. Y no dudé en decir que a menudo es preferible contar, en momentos así, con personas muy activas y no con las que presumen de pensar intensamente.

Pues bien, transcurridos  diez días  desde que Mohamed Chaib dio en el quid del asunto fronterizo, resulta que ha habido medios que no han dudado en publicar –hace nada y menos- el diagnóstico emitido con antelación por mi amigo. ¡A buenas horas mangas verdes!  En fin, que ya va siendo hora de premiar la practicidad. Y, por supuesto, la experiencia de quien dedica mucho tiempo de su vida a estudiar comportamientos que pasan inadvertidos para los que presumen de ser asesores muy listos.