Mirada de basilisco

Me llama un amigo para decirme que está indignado con cuanto está sucediendo en Cataluña. Y pronto le recuerdo que él no estaba de acuerdo con lo que yo he venido opinando sobre los catalanes independentistas. Por mi convencimiento de que son cobardes, racistas y mentirosos. Y que merecen que caiga sobre ellos todo el peso de la ley. 

¿Tú crees que sus dirigentes merecen un escarmiento?

La pregunta de mi amigo me saca de quicio. Y le respondo con ira que merece que pida el premio de tonto a nativitate para él. 

Mi amigo, ante semejante ataque, se acoquina. Y comienza a balbucear palabras inconexas. Pero le escucho mencionar el nombre de Oriol Junqueras y aprovecho la ocasión para explayarme contra el hombre de la mirada feroz. Mirada de basilisco. La cual no le valdrá en la cárcel, cuando sea acusado por el delito de rebelión. Eso sí, en prisión tendrá mucho tiempo para rezar el rosario e invocar la protección de todos los santos. Por ser tan buen catalán y mejor cristiano. Amén de preocuparse por poner el orto a buen recaudo.

-Oye, Manolo, si llego a saber que te ibas a salir de madre, no se me habría ocurrido hablarte de escarmiento ni cosa por el estilo.

Lo siento. Pero te voy a responder sobre ello. A los dirigentes independentistas hay que castigarlos duramente y ponerlos más suaves que guante de terciopelo. Son hijos de... un anarquismo cuyos miembros fueron castigados severamente por los comunistas durante nuestra guerra civil. En esta ocasión, ya habrán comprobado de qué modo Unidos Podemos tras incitarlos a la rebelión, diciéndoles que pondrían sus seguidores a su disposición, los ha abandonado a su suerte.

A propósito, amigo Calatayud, aprovecho la ocasión para decirte una vez más lo que yo pienso sobre las nacionalidades. Palabra, origen de muchos líos, que nunca hubieran metido en su Constitución los franceses, que son más listos. Ni tampoco se hubiera creado el Estado de las autonomías como "luminosa solución" al problema vasco-catalán.