Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Con Isco y diez más el Madrid no carbura

Benzema marcó el primer gol a los nueve minutos. Tras un centro de Marcelo, cabeceado al poste por Cristiano Ronaldo, el balón repelido lo envió el francés a la red.  Pero los malagueños no se amilanaron e insistieron en aprovecharse de la debilidad defensiva que sigue ofreciendo Marcelo. En esta ocasión, Kroos se vio obligado a tener que servirle de asistente para todo al brasileño. Una irresponsabilidad de quien decide cómo han de situarse los jugadores. Así que la primera parte del Madrid fue decepcionante.

A estas alturas no deja de ser una herejía que el mejor jugador alemán en su selección, capaz de acompañar a los delanteros y de ponerlos con sus pases medidos en disposición de disparo, deba estar todo el tiempo preocupado por cubrirle las espaldas a su lateral. Por ese costado, el izquierdo, Rosales y Keko fueron horadando al Madrid y descomponiendo su sistema. Y, claro, el gol de Rolan en el minuto diecisiete fue merecido. 

Menos mal que muy pronto respondió Casemiro con el suyo. Al conectar con la cabeza el balón servido magistralmente por Kroos en un saque de esquina. Cierto es que Roberto, portero visitante, se había lucido ya en varias intervenciones que llevaban marchamo de gol. No obstante, insisto: el juego del Madrid era de pitiminí. Tan enjuto como falto de criterio.

Y me explico: Lucas Vázquez  tenía que hacer de todo por su banda. Defender y atacar. Ayudando tanto a Carvajal como al medio campo y enlazando con Benzema y Cristiano. Y lo hacía con sus apreciadas y reconocidas cualidades y con su sempiterno entusiasmo. Durante algunos minutos se colocó a su vera Isco. Y, dado, que el muchacho de Arroyo de la Miel se ha creído a pie juntillas lo que dicen de él, tardó nada y menos en convertirse en un verso libre. Con la anuencia de los comentaristas. Los señores Valdano y Torres. Que nos decían, sin ningún pudor, que a Isco es imposible someterlo a una misión concreta. Que él necesita estar siempre allá donde esté el balón.

Y a fe que Isco Alarcón se agarró a la palabra de los comentaristas. De modo que comenzó a montar su rondo particular. Yendo de un lado para otro a pedir el balón. Y llegó un momento en el cual no se sabía a qué jugaba él ni tampoco su equipo. Pero los glosadores del juego de IA nos decían, cada dos por tres, lo hermosa que era la sociedad que habían montado Isco y Marcelo. Mientras Casemiro y Kroos no daban abasto para atajar el peligro que iba creando el equipo malacitano. Sobre todo por el lado siniestro. Ante el desamparo a que estaba sometiendo Marcelo a Vallejo.

Ni que decir tiene que el gol del empate se veía llegar. Y lo logró el Chory (61'). Eso sí, tras una cantada gloriosa de Casilla. Zidane, inmediatamente prescindió de Isco y echó mano de Modric. Pues bien, los comentarios de Valdano y de Axiel Torres fueron indignantes. Como no gane el Madrid habrá bronca de la afición. Isco tenía que haber seguido. Como todos ustedes saben, y si no yo no tengo inconveniente en decirlo, los jugadores recién salidos al terreno de juego tardan unos minutos en hacerse con las riendas del juego. Tiempo que aprovecharon los reseñados glosadores para hacer sangre...

Menos mal que llegó el penalti que le hicieron a Modric. Porque éste sí pisa el área y además impone casi siempre un ritmo trepidante a sus acciones. Marcó Cristiano, con suspense, al aprovechar el rechace de la buena parada de Roberto. Quien tuvo una tarde repleta de aciertos. Zidane hizo muy bien en darle entrada a Theo para proteger las alocadas andanzas de Marcelo. El árbitro cometió errores que perjudicaron a ambos equipos. Y Zidane tiene un problema: el juego de Isco sólo le sienta bien a Isco. Y nada más que a Isco. Problema que el entrenador ha de solucionar con celeridad.










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