Carlos Bilardo dijo meses atrás lo siguiente: "Sampaoli no sirve para nada". Me imagino, pues, que el doctor narigón, sobrenombre de Bilardo, ya estará largando tela marinera del hombre que ha visto desde el banquillo cómo España le marcaba seis goles a la selección dirigida por él. Y además está cargado de razones para criticar acerbamente a su compatriota.
Un seleccionador argentino, aunque no haya podido contar con Messi, Agüero y Di María, que pierde por media docena de goles en Madrid, debe dimitir inmediatamente. No cabe ningún tipo de excusa. Sobre todo porque su equipo encajó cuatro goles en poco más de veinte minutos de la segunda parte. Sin que él se percatara de lo que estaba pasando.
Los argentinos comenzaron muy bien el partido. Pero pifiaron dos ocasiones de gol claras como el agua clara. España, en cambio, marcó las dos veces que se aproximó con peligro a la puerta defendida por Romero. Diego Costa e Isco fueron autores de los tantos al rematar espléndidos pases de Marco Asensio. Cuya primera parte fue modélica.
El gol de Otamendi, tras rematar de cabeza un balón centrado desde la derecha, volvió a evidenciar las debilidades de Ramos en el juego aéreo cuando se trata de defender. Los comentaristas, sin embargo, culparon desmedidamente a De Gea. El gol le hizo soñar al seleccionador de la albiceleste. De no ser así, no se entiende el petardo que pegó su equipo en la segunda parte.
Petardo aprovechado de manera tan espectacular como fructífera por parte de Isco. El jugador nacido en Arroyo de la Miel deberá acordarse toda la vida, y para bien, de cómo la selección adiestrada por Sampaoli le permitió jugar el partido de su vida. Consiguiendo un hat-trick y dando pábulo a que Zidane se vea obligado a decir que en el Madrid no se juega igual que en la selección. Tiempo al tiempo.
La goleada la completaron Thiago y Aspas. Por cierto, yo siempre he tenido predilección por el jugador del Celta. Es un delantero centro ideal para jugar tal y como lo viene haciendo el equipo de España. Su presencia en el césped fue demoledora para los argentinos. Los acabó de rematar. Y no cabe decir que la forma de actuar del jugador celtiña sorprendiera a Sampaoli.
En suma, yo no sé si los jugadores argentinos van con el uniforme de rigor y luciendo escudo en la chaqueta. Pero si es así, bien harían en no vestirlo. Porque han demostrado no estar capacitados para lucirlo. Bilardo, sin duda, volverá a gritar a voz en cuello: "Sampaoli no sirve para nada". Y Argentina entera le dará la razón.
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