Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 3 de marzo de 2018

Victoria de un Madrid vulgar

A Unai Emery, entrenador del París-Saint Germain, las imágenes del Madrid-Getafe no le habrán servido nada de nada. Y hasta estoy convencido de que también han dejado a Zidane sumido en un mar de dudas. Debido a que la primera parte fue soporífera y sobre todo porque su equipo volvió  a adolecer de mala distribución en el césped. 

Cómo sería el asunto que hasta Michael Robinson acertó, al fin, al decirnos que Isco no pintaba nada jugando por detrás de Casemiro y Llorente. Que donde tenía que estar el jugador malagueño era por detrás de la BBC. Y lo repitió varias veces. No tantas como servidor lleva diciendo desde hace la tira de tiempo. ¡Qué martirio...!

Hasta el minuto 23 el partido no era ni chicha ni limonada. Fue entonces cuando Ramos -que juega más de delantero que en su sitio- se fue al ataque y saltó junto a Isco a por un balón y éste tras tropezar en la espalda del malagueño le cayó a Bale en su pierna de oro... Y gol. Luego llegaría el segundo tanto en el minuto 45. Lo logró Cristiano. Cuya recuperación es quizá la mejor noticia que se puede dar de este actual Madrid.

Nada más comenzar la segunda parte, el Geta se quedó con diez jugadores. Al ser expulsado Rémy por golpear violentamente a Nacho en el rostro. No obstante, aprovechando que el Madrid seguía sin dar la talla, Jorge Molina fue derribado por Nacho en un contraataque y Portillo convirtió en gol el penalti indicado por el árbitro. Corría el minuto 65 y aunque no parecía peligrar el resultado, el indefinido juego del conjunto merengue principió a causar malestar entre sus aficionados.

Menos mal que surgió Benzema, quien decidió convertirse en mediapunta y fue animando el cotarro junto a las llegadas desde atrás de un Marcelo que había ya sustituido a Theo Hernández. Y, claro está, Cristiano logró el tercer tanto de cabeza. Anticipándose a defensas y portero. Llegaron los cambios de Cristiano y Llorente por Asensio y Kovacic. Faltaban ya diez o doce minutos para el final del partido. Y lo único sobresaliente fue un pase de Marco Asensio a Bale que alegró las pajarillas a todos los madridistas.  A pesar de que la jugada no acabara en gol.

Insisto: yo no creo que ni Emery ni Zidane hayan podido sacar conclusiones de lo visto en este partido, porque fue vulgar; que es aún peor que malo. Quizá conviene apreciar la recuperación de Cristiano, y el que Marcelo se dejara ver en ataque acertadamente... Y poco más. Ah, convendría que Zidane le preguntara a Sergio Ramos por qué sigue empecinado en descolocarse, sin solución de continuidad, para hacerse notar como delantero.




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