El Madrid necesitará defensas como el bicarbonato

Me llama un amigo que es más o menos de mi quinta y que ha visto fútbol por un tubo para decirme que nunca antes había habido en nuestra España tantos glosadores de fútbol dispuestos a darse pote con sus comentarios en radio o televisión. Muchos de ellos dan la impresión de estar convencidos de que su labor es posible gracias a que poseen un intelecto privilegiado. Una inteligencia portentosa, que les permite saber todo cuanto acontece en el terreno de juego.

Aprovechando la pausa que hace mi amigo, le digo que el fútbol es el mayor espectáculo deportivo que existe sobre la faz de la tierra desde hace muchísimos años y por lo tanto motivo de atracción casi generalizada. Ahora bien, es verdad que quienes presumían de cacumen, a principios de los llamados felices sesenta, se referían al fútbol de manera despectiva y elogiaban el boxeo como deporte de clases nobles. Si bien es cierto que luego accedían al Bernabéu, muchos de ellos, disfrazados para no ser reconocidos.

De acuerdo, Manolo, pero no me negarás que al deporte rey le han salido tantos novios entre las huestes de la cultura que sus detractores han sido fagocitados. Antes, Manolo, y llevas toda la razón del mundo, el boxeo era la metáfora de la vida. Ahora sólo existe el ansia literaria del gol. Y te diré más, querido amigo, del boxeo a mí me queda la satisfacción de haber leído todo lo que Manuel Alcántara escribía en 'Marca'. Incluso conservo muchos recortes de aquel tiempo. En fin, cambiemos de tercio y hablemos del Liverpool, rival del Madrid en Kiev. Equipo que tú describiste el día 26 de abril, bajo el título de El estilo de juego del Liverpool. Mi pregunta es: ¿cómo combatirá Zidane esa forma de jugar del equipo inglés, basada en tres futbolistas: Salah, Firmino y Mané?

Pregunta difícil que requiere, cuanto antes, que yo copie y pegue dos párrafos del artículo mencionado por ti, a fin de que sirva de referencia a quienes no lo hayan leído.

El Liverpool cuenta con tres delanteros que no sabresalen, precisamente, por su constitución física. Son ellos Salah, Mané y Firmino. Un trío que sirve de avanzadilla para agobiar a los defensas rivales con su presión constante. Los tres son veloces y dominan el balón como si estuvieran en el patio del colegio. Los tres cambian de ritmo, como si tal cosa, y sus regates en carrera son tan prácticos cual espectaculares. Marcan goles porque no dudan en chutar a puerta.

En suma, son incordiantes a tiempo completo y están muy bien dotados técnicamente. Y son muy vivos para aprovecharse de los fallos ajenos. Y, desde luego, no son fáciles de marcar. En sus correrías atacantes, además, les sigue siempre otro compañero para aprovecharse de las segundas jugadas. Y a cierta distancia permanecen seis jugadores para prevenirse de cualquier contraataque.

Así que voy a responder a tu pregunta con esta sentencia: el Madrid necesitará defensas como el bicarbonato, capaz de solucionar todos los problemas. Tampoco la defensa del equipo inglés, y conviene decirlo, es muy fiable.  De cualquier manera, el partido le exigirá a Zidane lo mejor como estratega.