Julen Lopetegui, según leo en un periódico deportivo de tirada nacional, quiere un central, un centrocampista y un nueve. Tres fichajes más que se sumarían a una plantilla que es tenida ya por amplia y extraordinaria. Me gustaría saber si lo que se nos dice es verdad o es uno de los socorridos rumores veraniegos para rellenar páginas. Sea lo que fuere, a mí me vale para pronunciarme al respecto.
El Madrid necesita contratar los servicios de un central cuanto antes. Pero ha de ser zurdo. Dado que todos los que tiene son diestros. Algo tan extraño como improcedente en un club tan grande.Y la razones son obvias. Con zurdos y derechos se logra la distribución racional. El balón sale mejor jugado. Verbigracia: Sergio Ramos usa continuamente los cambios de orientación para disimular sus carencias con la pierna siniestra. Y, desde luego, sus entradas alevosas, en ocasiones, son debidas a lo mucho que le cuesta girarse en carrera por el lado ciego.
En lo tocante a un nueve, lo que toda la vida ha sido conocido como delantero centro capaz de mantener a raya a sus marcadores en el área, lo ideal hubiera sido la recuperación de Mariano; quien estaba cedido, hasta hace nada, en el Olympique de Marsella. Jugador ideal para salir al prado cuando el sistema de Lopetegui, plagado de volantes y delantero centro flotante, se estuviera estrellando ante una defensa numantina.
En cuanto al fichaje de un centrocampista, no creo que el Madrid necesite aumentar el número de futbolistas capaces de dominar esa zona vital del campo donde se ganan y se pierden los partidos. Incluso me atrevo a decir que la composición del mediocampo será, en bastantes ocasiones, el mayor quebradero de cabeza para JL. Sobre todo a la hora de elegir a los mejores y más convenientes para favorecer el juego colectivo. A no ser que hubiera en el mercado una estrella indiscutible o bien alguien parecido a Kanté.
A propósito de la composición del medio campo: a veces, no pocas veces, los entrenadores sienten predilección por un futbolista y son capaces de sacarse de la manga un estilo de juego en el cual encaje su hombre preferido. Aun a sabiendas de que éste rompe la armonía del conjunto. Lo cual no quiere decir que el futbolista carezca de cualidades. De ningún modo. Pero esas cualidades no casan con el juego de los demás.
Ayer, en el Barcelona-Sevilla, por ejemplo, vimos a Roque Mesa naufragar en el centro del centro del campo del equipo hispalense.
En cuanto al fichaje de un centrocampista, no creo que el Madrid necesite aumentar el número de futbolistas capaces de dominar esa zona vital del campo donde se ganan y se pierden los partidos. Incluso me atrevo a decir que la composición del mediocampo será, en bastantes ocasiones, el mayor quebradero de cabeza para JL. Sobre todo a la hora de elegir a los mejores y más convenientes para favorecer el juego colectivo. A no ser que hubiera en el mercado una estrella indiscutible o bien alguien parecido a Kanté.
A propósito de la composición del medio campo: a veces, no pocas veces, los entrenadores sienten predilección por un futbolista y son capaces de sacarse de la manga un estilo de juego en el cual encaje su hombre preferido. Aun a sabiendas de que éste rompe la armonía del conjunto. Lo cual no quiere decir que el futbolista carezca de cualidades. De ningún modo. Pero esas cualidades no casan con el juego de los demás.
Ayer, en el Barcelona-Sevilla, por ejemplo, vimos a Roque Mesa naufragar en el centro del centro del campo del equipo hispalense.
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