Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Busquets, Ramos y Marcelo


 Real Sociedad-Barcelona

Soy cliente de Fútbol-Movistar y disfruto de las retransmisiones que sean de mi agrado. Lo cual quiere decir que selecciono los partidos considerados de más interés. Ni que decir tiene que me apetece sentarme ante la televisión en cómoda butaca de la salita de estar. Lo malo es  que a veces se oyen cosas que estropean el placer. Por ejemplo, el modo de linsojear los comentaristas a algunos jugadores, de todos conocidos, mientras les cuesta lo indecible pasar por alto cualquier error de otros.

Los profesionales del micrófono, en los preliminares del partido Real Sociedad-Barcelona, no tuvieron el menor inconveniente en anticiparnos los muchos problemas que podrían causarle al equipo azulgrana la no alineación de Busquets. Olvidando que la Real Sociedad, con el citado jugador como titular, le había ganado muchas veces al Barcelona en Anoeta.

La presencia de SB en el terreno de juego, en la segunda parte, coincidió con los mejores momentos de juego de los locales. Los cuales tuvieron tres ocasiones claras de gol. Evitadas por Ter Stegen, milagrosamente. Todo lo contrario a lo que hizo Gerónimo Rulli, cuya actuación fue deplorable. Así que el Barça obtuvo la victoria con Busquets. Por lo que narrador y comentaristas disfrutaron de lo lindo.

Athletic-Madrid

Ramos y Marcelo llevan ya mucho tiempo jugando como ellos creen conveniente. Las debilidades defensivas de ambos son conocidas hasta en los chirlos mirlos. Es decir, donde el viento da la vuelta. O sea, un lugar que está muy lejos; lejísimo. Y lo vienen haciendo con el beneplácito de sus entrenadores y también de los medios de comunicación.

Los dos pertenecen a una especie protegida de jugadores. Por su banda se fraguan casi todos los goles que recibe el Madrid. Basta que se les coloque un futbolista con velocidad y desparpajo entre los dos para que la banda izquierda sea un agujero más grande que una catedral. Ayer, en San Mamés, Williams, con la ayuda de Muniain y De Marcos, se aprovechó nuevamente de lo que no deja de ser un secreto a voces: al Madrid se le hace daño atacándole por el lado derecho.

La velocidad de IW sacó de sus casillas a los dos defensas del Madrid, amén de alterar gravemente el orden táctico establecido por Julen Lopetegui. Es curioso, los fallos se producían por delante del banquillo ocupado por el entrenador del Madrid. Quien fue incapaz de decir ni pío. En cambio, Ramos y Marcelo, como siempre que pegan el petardo defendiendo, seguían sumándose alocadamente al ataque para buscar la jugada o el gol del quite del perdón. Lo de siempre...









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