Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 20 de enero de 2019

Solari tiene bragueta

Hoy me ha llamado un amigo, nacido en un pueblo manchego, y residente en la capital del reino, a quien tuve la suerte de conocer cuando principiaba la década de los sesenta. Aquellos años que fueron considerados como 'felices'. Y a fe que nosotros, cuando todavía nos faltaban meses para cumplir los veinte, vivíamos muy bien. A mi amigo le gustaban más los toros que el fútbol. A mí me chiflaban ambos espectáculos. Y además me ganaba la vida con el deporte rey.

Pedro Cerquera -mi amigo- y yo compartíamos habitación en una pensión del Paseo de las Delicias. Así que frecuentábamos los mismos lugares de diversión y también una cafetería llamada Laika: establecimiento moderno en aquella época. Asimismo solíamos pasar ratos de ocio en la sala de juego de Manuel Fernández Valderrama. Quien había sido un destacado futbolista, internacional en 1927, y también entrenador exitoso. El señor Valderrama me tenía a mí en consideración. No en vano fui muy amigo de un hijo suyo, extraordinario futbolista, que falleció a edad temprana.

Habida cuenta que tanto Pedro como yo nos llamamos de higos a brevas, cuando ello sucede, hablamos por los codos. No me extraña que mi amigo sea un abogado muy solicitado. Un día decidí llevarlo a la Cafetería Bar Recoletos. Para que conociera a Luis Elices Cuevas, su propietario: extraordinaria persona y entrenador cuyas ideas avanzadas le impidieron entrenar a un equipo grande.

En la Cafetería Bar Recoletos solían darse cita futbolistas jóvenes, jugadores profesionales de renombre y entrenadores que gozaban ya de un historial digno de encomio -allí conocí yo a Mariano Moreno-. A mí amigo Pedro se le ocurrió, en cierta ocasión, preguntarle a Luis Elices cuándo lo pasaba peor  como técnico. Y éste tardó nada y menos en responderle: "Cada vez que tengo que hacer la lista de jugadores convocados para el partido".

Siendo yo profesional de los banquillos, me comunicaba a cada paso con Pedro, y le transmitía casi siempre lo mal que me sentía cuando debía elegir a los jugadores citados. Aunque las plantillas no fueran tan amplias como suelen ser actualmente. Porque conocía, por haber sido futbolista, cómo afectaba mi decisión a los no convocados. También a su familia, amigos, y dueños de la pensión o residencia en la cual estuvieran alojados.

Hoy hemos hablado de muchas cosas, y algo sobre la actualidad futbolística... Y mi amigo, que sigue siendo taurino hasta la médula y que goza de grandes conocimientos acerca del arte de Cúchares, me dice, como quien no quiere la cosa: "De haber sido torero, Santiago Hernán Solari habría ganado fama de tener bragueta". Y le doy la razón.  Pero me veo obligado a resaltar que el valor de Solari es natural, sin aspavientos. Es decir, ese valor seco que no necesita de adornos innecesarios














No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.