Zidane sigue sin tener las ideas claras

La decisión de Zidane de jugar con Isco y James ante un Valladolid ordenado y con jugadores tan disciplinados como dispuestos a correr de principio a fin de partido fue un error de bulto que acabó facilitándole la tarea al equipo pucelano. Sí, ya sé que el Madrid tuvo varias ocasiones de gol en la primera parte, pero todas ellas fueron tiros desde la media distancia por parte del jugador colombiano. Lo cual no evitó que el juego del conjunto blanco careciera de velocidad y sobre todo de entradas por las bandas. 

Zidane volvió a equivocarse, una vez más. Si juega Bale es para aprovechar su velocidad con balones a los espacios libres. Algo que es imposible si el ritmo del partido lo marca Isco. Todo habría cambiado con  Bale y Vinicius por los costados y James por detrás de Benzema. Puesto que ya se ha demostrado la incapacidad de Isco para actuar de segundo delantero. Y, por si fuera poco, actuando hoy por la izquierda ha impedido que Marcelo atacara menos que nunca.

El Madrid no ha tenido nunca recursos suficientes para imponerse a un rival inferior en todos los sentidos. Convencido de que con su juego parsimonioso tarde o temprano llegarían los goles. Craso error. Puesto que sin velocidad no hay contragolpe y sin éste cuesta lo indecible abatir a un equipo que sabe defenderse con uñas y dientes para paliar sus carencias ofensivas. Ya lo demostró en el primer partido frente al Betis. El gol de Benzema en el minuto 82 parecía definitivo. Pero empató el Valladolid en el (88`).

El gol se debió a un error de Segio Ramos. Cuya entrada a Óscar Plano fue tan absurda como a destiempo. Semejante fallo lo aprovechó Sergio Guardiola para empatar en el minuto 88. Resultado que puede considerarse justo. Zidane ha vuelto a demostrar que sigue sin tener las ideas claras. El mejor ejemplo de ello es la alineación de Isco y James.