¡A buenas horas mangas verdes!

Está considerado como el principal gurú del fútbol en España. Y su palabra, la de Jorge Valdano, es palabra de rey... Pues bien, ayer nos dijo en El Transistor, programa deportivo, que uno de los problemas del Madrid es la defensa. La cual se mueve por impulsos personales. Y que a medida que pasan los minutos el equipo se distrae y cunde el desorden generalizado. El parecer de la estrella de los opinantes llega tarde. Tan tarde como para aplicarle la siguiente locución: ¡A buenas horas mangas verdes!

Trabajo le ha costado a Valdano reconocer el mal que viene aquejando al equipo blanco desde hace ya mucho tiempo. Pero más vale tarde que nunca. Es más, una mudanza de opinión por convencimiento, por acopio de nuevos datos, o por un cambio de actitud ante los hechos, la considero no sólo honrosa, sino elogiable. Lo contrario sería una traición a lo que de mejor tiene el hombre: su capacidad de curiosidad, de enjuiciamiento, de evolución. 

Eso sí, tan brillante comentarista aún no se ha atrevido a decirnos lo mucho que influye Sergio Ramos en el caos defensivo que se viene produciendo en el equipo blanco. Prima en JV, como casi en todo el periodismo deportivo, la idea de que las acciones decisivas en ataque del Gran Capitán, en finales de tronío, le han concedido el derecho a estar inmunizado de las críticas acerbas cuando así lo exigen sus calamitosas actuaciones. Las cuales vienen sucediéndose desde hace ya bastante tiempo.

Ayer -en Villarreal- volvió Ramos a evidenciar que no está en condiciones para seguir actuando como central por la izquierda. Pues con el paso de los años se han ido acrecentando sus dificultades para defender por ese costado. Duro de cintura por su lado siniestro, suele girarse en carrera como si fuera un juvenil en estado de aprendizaje para actuar como central zurdo siendo derecho. Y si además se permite alegrías que no le corresponden, ya medirán ustedes...

Sí, ya sé que el sistema defensivo del Madrid falla como bloque. Verdad de Perogrullo. Pero ese problema debe ser achacable a Zidane, por ser quien está ahora al frente del equipo. Lo cual no deja de ser lamentable. Ya que cualquier técnico con dos dedos de frente lo primero que haría es insistir en que sus hombres defiendan como un equipo menor.  Que es lo menos que debe exigírseles a quienes viven del fútbol estando en la cresta de la ola.

Defendiendo bien, dada la categoría de sus futbolistas, los triunfos caerían de parte del Madrid como fruta madura de los árboles. Pero está comprobado que los entrenadores actuales, en equipos grandes, se limitan a ser, simple y llanamente, nada más que alineadores. Con el fin de que quienes mandan en el vestuario no les hagan la cama. Y yo me pregunto: con  el respeto y la fama aquiridos por Zidane como jugador, amén de la credibilidad que le han otorgado los triunfos como entrenador, cómo es posible que no haya implantado en su equipo un sistema defensivo en el cual todos trabajen al unísono. 

Ah, Jorge Valdano también habló en El Transistor, según he leído en un periódico deportivo de tirada nacional, de cómo se diluye el juego blandengue del Barcelona cuando es combatido por rivales disciplinados. Tipo Osasuna. Pues bien, tampoco fue capaz de decirnos que Sergio Busquets sólo participa cuando el dominio de su equipo es rotundo. O frente a rivales de poca monta. Ahora, con la Selección Española, el jugador nacido en Sabadell aprovechará la ocasión para que le lluevan los halagos. Craso error.