El derbi fue tedioso

Atlético y Madrid jugaron un partido tedioso, aburrido, malo de solemnidad. Los dos entrenadores buscaron con ahínco ganar el centro del campo. Pero lo hicieron con tantas precauciones y falta de imaginación que el mejor de todos los centrocampistas acabo siendo Thomas. Tal vez porque era el jugador que menos le preocupaba a Zidane. 

El Atlético comenzó atacando, como estaba previsto, por la banda de Nacho. Pero Joao Félix no es el mismo, en estos momentos, que vimos en Estados Unidos el día de la goleada al equipo blanco. El portugués parece estar alicaído. Y es que los éxitos momentáneos, celebrados por los medios a voz en cuello, suelen trastornar la sesera de los jóvenes futbolistas. 

El poco rendimiento de JF dejó huérfano de ayuda a Diego Costa. Quien tampoco recibió la colaboración de Vitolo, situado de falso delantero por la banda izquierda.  Ante ese querer y no poder del equipo rojiblanco, Zidane pudo cambiar el rumbo del partido con un retoque que hubiera paliado la falta de James como mediapunta para asistir a los delanteros y chutar desde la media distancia. Logrando, además, causar preocupación en Thomas.

La solución se veía a la legua: colocar a Benzema como falso delantero para dejar sin referencia de marcaje a los centrales Giménez y Savic, amén de aprovechar su calidad para enlazar con Hazard y Bale. Misión que también le hubiera permitido al francés disparar llegando desde atrás. Un cambio táctico que, sin duda alguna, hubiera trastocado todos los planes de Simeone. Pero Zidane prefirió jugar la baza de Valverde junto a Kroos. Dejando a los atacantes desasistidos.

Los cambios de Zidane llegaron cuando el partido estaba dando las boqueadas. Y ya no había tiempo para que James pusiera orden en los ataques. El entrenador del Madrid careció de imaginación frente a un Atlético más débil que nunca y en el cual destacó sobremanera Thomas. El Madrid perdió una ocasión que ni pintiparada para ganar en el Wanda Metropolitano.