Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Gran partido de Tatarusanu y de Kepa


España jugó un primer tiempo impecable y pudo marcar varios goles. Pero el guardameta Tatarusanu se erigió en la figura de su equipo. En la segunda parte fue Kepa quien evitó dos goles cantados. Ambos porteros fueron los mejores de un encuentro que tuvo de todo como en botica. Dentro del buen nivel demostrado por el combinado dirigido por Robert Moreno cabe decir que Pusças, delantero rumano, demostró con su velocidad la fragilidad de la defensa española por el costado izquierdo. 

La selección rumana no deja de ser un conjunto de clase media que aspira a codearse con las mejores. Lo cual no conseguirá si sigue actuando como lo ha hecho hoy. Verbigracia: un equipo que juega con cinco defensas y es incapaz de que sus laterales sean ofensivos en los momentos adecuados, nada más que puede aspirar a que le hagan el menor número de goles. España se aprovechó del sistema de sus rivales para tener superioridad en el centro del campo. Semejante ventaja, que no es moco de pavo, fue reforzada con una presión tan adelantada cual insistente.

A pesar del dominio de nuestra selección, el primer gol llegó de penalti. Pisotón a Ceballos de un defensor y que Aytekin, árbitro alemán, no dudó en indicarlo. Ramos, con su habitual maestría en esos lanzamientos, logró el primer gol. Por cierto, nada más comenzar el partido, Pusças se midió en velocidad con el capitán de la selección y lo dejó en evidencia. Y el de Camas, tras ese lance, decidió hacerse el cojo durante unos minutos. Valga el comentario como anécdota. 

Me agradó sobremanera, una vez más, Navas. De quien nunca pensé que pudiera llegar a ser un lateral con tanto recorrido y con las ideas tan claras cuando se suma al ataque. Y además defiende bien. Debido a que sus incursiones ofensivas no son realizadas por sistema. Fabián fue otro de los destacados. Su pierna izquierda es un cañón. Ceballos mejoró actuaciones pasadas. Y Saúl, con su disciplina espartana y su conocimiento del oficio, hizo posible que a Busquets no se le vieran sus debilidades. 

Nada más comenzar la segunda parte, Alcácer marcó el segunto tanto, tras una gran jugada. Y, cuando todo parecía resuelto, la salida de Andone pudo cambiar el sino del partido. Lo primero que hizo el exjugador del Córdoba fue descomponer a los dos centrales hispanos. Ninguno de ellos pudo nunca con el delantero rumano. Corría el minuto 59 cuando batió a Kepa de cabeza, anticipándose a Ramos

Con los cambios realizados por Cosmin Contra, seleccionador de Rumania, España se vio asediada durante el último tercio del encuentro. Y los rumanos pudieron darle la vuelta al marcador, sin duda, de no haber sido porque Kepa estuvo sensacional. Fueron dos intervenciones celebradas desde la banda por su compañero De Gea. España mereció la victoria. Pues jugó una primera parte primorosa. Eso sí, los mejores del encuentro fueron Tatarusano y Kepa.




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