Respuesta a un madridista

Ayer dije que los saques orientados de Paco Buyo con el pie, además de extraordinarios, solían coger por sorpresa a su rivales. Esta mañana, cuando caminaba por la Avenida de Martínez Catena, me ha parado un conocido muy madridista para recordarme que él nunca me había oído ni leído hablar bien del portero nacido en Betanzos. Y quería saber a qué se debía ese cambio de opinión.

Mi conocido, con derecho a interrumpir mi marcha, me inquiere convencido de que me había cogido en renuncio. Se reflejaba en su semblante. Y decidí responderle: te recomiendo que leas la página 118 de un libro titulado Apuntes de El Rincón de Ceuta. Aunque no dudes de que esta noche, a las diez, como es mi costumbre, te daré respuesta por escrito de algo que ocurrió siendo Chus Pereda -mi siempre recordado amigo- seleccionador nacional de las categorías inferiores. Dicho y hecho.

Con Chus Pereda conversaba yo frecuentemente en el 'Bar de Doro' (Palma de Mallorca). Doro y Pereda habían jugado en el equipo bermellón. Y además eran amigos. Nada más tomar posesión de su cargo, como seleccionador, Chus me pidió informes sobre Paco Buyo... Porque tenía previsto alinearlo frente a la selección portuguesa.  Y no dudé en contarle en qué condiciones se encontraba el joven guardameta.

Paco es un chico con una afición desmedida. El cual se entrena cada mañana bajo la experta mirada de Jaime Turró -exjugador del mallorqueta y segundo entrenador-. A Buyo lo vemos progresar a pasos agigantados. Destaca en las salidas a ras de suelo y entusiasma por la agilidad que atesora. Sus pases orientados son magníficos... Pero es deficiente en el juego aéreo. Por lo que es incapaz de imponer su autoridad en el área pequeña.

Cada saque de esquina, por ejemplo, es un martirio para él y para todos sus compañeros. En suma: si yo tuviera que alinearlo el domingo, seguro que estaría muy preocupado por él y por la suerte del equipo. Está obligado a mejorar en ese aspecto. Chus Pereda contaba entonces con otros porteros que destacaban sobremanera. Pero decidió otorgarle a Buyo la titularidad en Lisboa. La selección fue goleada. Y PB regresó al Luis Sitjar compungido.

Las cualidades de Buyo le valieron para triunfar. Me refiero a su facilidad para moverse con rapidez, a su intuición y reflejos. Amén del ya celebrado juego con los pies. Pero mejoró muy poco en el dominio del área pequeña. Tal vez fuera porque le faltaban centímetros para hacerse fuerte en las intervenciones por alto. Así que no tengo más que decir respecto a un portero que alcanzó una fama que yo no esperaba.