Chus Pereda

Hojeando mi libro de notas, Apuntes del Rincón de Ceuta, me detengo en lo que escribí acerca de mi amistad con Jesús María Pereda Ruiz, conocido futbolísticamente como Chus Pereda, cuya trayectoria futbolística es de las más brillantes de nuestro fútbol. Perteneció al Indauchu, Real Madrid, Real Valladolid, Sevilla, Barcelona, Sabadell y Mallorca. Logró títulos con los blancos y azulgrana y también con la selección española. 

La primera vez que yo hablé con él fue en 1974. Coincidimos en un bar cuyo propietario era Doro: defensa alicantino que había sentado cátedra jugando en el Real Mallorca de los tiempos de Zamora, Forneris, Forteza, Bolao, Oviedo, Chus Pereda, etc. Allí, con la caña de cerveza por delante, Chus me hablaba de la mucha práctica que todavía necesitaba para acceder a la profesión de entrenador. Y hasta me regalaba el oído.

-Joder, Manolo, te veo dirigir los entrenamientos muchas mañanas y me quedo admirado de cómo explicas los movimientos tácticos en el césped del Luis Sitjar. La verdad es que media un abismo entre jugar y ser entrenador...

Desde que nos presentó Doro, muchas fueron las veces que Chus Pereda y yo acudimos al bar para tomar el aperitivo y charlar de fútbol. Cuando fue nombrado seleccionador nacional de juveniles, siendo presidente Pablo Porta, recabó mi opinión sobre Paco Buyo; pues quería alinearlo frente a una selección portuguesa con buenos futbolistas y sobre todo con un delantero centro tan alto como corpulento.

Le hablé con sinceridad: "Buyo es un chico con una afición desmedida, que trabaja cada mañana bajo la experta mirada de Jaime Turró. Su fuerte radica en las salidas a ras de suelo y, sobre todo, entusiasma por la agilidad que atesora. Magníficos son sus saques orientados. Pero es muy limitado en el juego aéreo. Cada saque de esquina es un martirio para él y para todos los compañeros. Así que tú verás...".

Chus Pereda contaba entonces con porteros como Agustín y Manolo. Pero decidió que fuera Buyo el titular. Y éste no pudo evitar la goleada. Mis buenas relaciones con Chus Pereda siguieron intactas. Si bien jamás hablamos de ese partido ni mucho menos de la actuación del guardameta gallego. Ya se han cumplido nueve años desde que se fue a ese lugar del cual nunca se vuelve. Pero yo sigo recordando a mi admirado amigo...