Hoy he repasado EL LIBRO DE LOS REFRANES. Existen varias deficiones del refrán, pero todas ellas coinciden en una característica: "Dicho agudo y sentencioso de uso común". Lo cierto es que, bajo formas diversas -ya sea a modo de consejo, sentencia, censura o advertencia-, los refranes siempre enseñan algo. Así que creí oportuno espigar algunos a fin de ver cuál de ellos se adapta mejor a la forma de actuar de nuestro alcalde. Estos fueron los adagios seleccionados:
Son como uña y carne. El hábito no hace al monje. Tirar la piedra y esconder la mano. El diablo a los suyos quiere. Hecha la ley, hecha la trampa. La culpa del asno echarla a la albarda. El rey entra como puede y reina como quiere. Cualquier proverbio que hubiera elegido me habría valido para hacerle el artículo a un político que lleva dos décacas dirigiendo los destinos de una Ceuta chiquita y marinera. Pero el agraciado ha sido La culpa del asno echarla a la albarda.
Lo cual se dice de los que por disculparse de sus errores intentan achacarlos a los demás. Frase que le viene como anillo al dedo a nuestro alcalde. Y me pregunto: ¿Es posible que éste no haya errado jamás durante veinte años ejerciendo como primera autoridad de esta tierra? Pues todos los yerros que se han ido conociendo tuvieron a sus culpables entre las personas que formaban parte de sus gobiernos. Que no fueron pocas y estuvieron en entredicho mucho tiempo.
¿Acaso nuestro alcalde no se entera del contenido de los decretos que firma ni de los que signa al alimón con la señora Deu? ¿Debemos pensar que nuestro alcalde no se interesa por cómo se gestionan las compras de materiales por parte de los consejeros y si éstos cumplen con sus obligaciones? ¿A qué dedica tantas horas en su despacho nuestro alcalde? ¿Cómo es posible que se entere de un asunto cuando su eco se ha oído ya hasta en los chirlos mirlos? O sea, donde el viento da la vuelta.
En fin, uno tiene el mejor concepto de Javier Guerrero. Lo hice público hace tiempo y lo sigo manteniendo. Pero me parece que al Consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación se le hace flaco favor cuando se le aconseja divulgar que la compra de mascarillas se ha hecho sin ningún tipo de subterfugio. La categoría personal y profesional del señor Guerrero debe estar por encima de actuar como portavoz de un asunto que debe ser aclarado por la primera autoridad.
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