Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Valdano y jugar once contra diez o viceversa

Alguien dijo que un crítico es un hombre que conoce el camino pero no sabe conducir el coche. No es el caso de Jorge Valdano. Cuya sapiencia futbolística está avalada por haber sido un profesional de primera línea como jugador y también ha ejercido de entrenador  de trayectoria corta pero brillante. Sin embargo, como comentarista sale a relucir su corporativismo con ciertos jugadores. Uno de ellos es Sergio Ramos. A quien alaba hasta la saciedad en jugadas irrelevantes y si embargo no dice ni pío de los fallos palmarios que 'El Gran Capitán' comete. 
 
De craso error puede catalogarse esta actitud de un comentarista situado en la cresta de la ola de los opinantes y que no necesita dorarle la píldora a nadie. Por ejemplo, de no haber estado Mendy defendiendo la banda izquierda frente al Athletic, seguramente el equipo vasco habría aprovechado las facilidades defensivas que concede el jugador de Camas. Lo que no se le puede pedir al francés es que haga virguerías con el balón. Por cierto, Varane, debido a su rapidez, anuló al velocísimo Williams. Pues bien, Valdano y su cohorte, en vez de comentarlo en derechura, se acogieron al siguiente circunloquio: "Eso se produce porque tiene a Sergio Ramos a su vera".
  
A vuela pluma escribí yo anteayer sobre la ventaja que ofrece jugar once contra diez y cómo actuar con un futbolista menos. Yo recuerdo, y creo que también muchos jugadores que estuvieron conmigo durante años, que practicábamos durante la semana la posibilidad de gozar de superioridad o de quedarnos en inferioridad. Así que -en cuanto se daba una de esas circunstancias- todo el equipo sabía su cometido al instante.
 
En la primera situación, lo más conveniente es tener un jugador más en la línea que cause problemas al conjunto castigado. En la segunda, el bloque defensivo ha de ser hermético y debe imperar la solidaridad. En ocasiones, el dominio intenso a que se es sometido ha de evitarse con despejes orientados, pases largos e incluso recurrir a la siguiente estratagema: echar el balón fuera por el sitio más lejano del campo contrario y acudir a presionar los saques de banda. El delantero más veloz será también muy importante para aprovechar el menor desliz de sus marcadores. 

Lo de echar el balón fuera por el sitio más lejano del campo adversario (a fin de presionar el saque de banda, saliendo el equipo en bloque para sacudirse el dominio aplastante) tiene sus detractores. Pero es mucho más rentable que hacerlo con el balón jugado por sistema cuando los contrarios atosigan constantemente. Ahora bien, en cuanto el equipo con once se toma un respiro, sí cabe poseer la pelota para defenderse o bien para atacar a la menor oportunidad que se presente. Verbigracia: el partido jugado por el Cádiz -en la jornada cuatro- en San Mamés.

 


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