Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

lunes, 22 de marzo de 2021

Buen juego y emoción en La Liga

Se suspende La Liga en el momento más interesante. En algunos partidos de la última jornada hubo emoción y en otros la agitación iba cogida de la mano del buen juego. La primera parte del Madrid en Balaídos fue primorosa. Por más que la perfección sea siempre un logro difícil. En la segunda mitad, debido a que los gallegos redoblaron sus esfuerzos, reinó la expectación por el resultado y decayó en parte la calidad mostrada por el conjunto visitante durante cuarenta y cinco minutos. Modric y Kroos estuvieron como en ellos viene siendo habitual: magníficos. Benzema anduvo en su línea... Y el bloque funcionó defensivamente cuando los locales apretaron de lo lindo.
 
Atlético de Madrid y Alavés se jugaban puntos de valor incalculable a estas alturas del Campeonato. Dominaban los locales pero reinaba la incertidumbre porque el equipo Babazorro se defendía con orden y no cejaba en su empeño de merodear el área rojiblanca. Ni que decir tiene que la emoción era superior al juego que mostraban ambos conjuntos. El gol de Luis Suárez en el minuto cincuenta y cinco no acobardó a los vitorianos. Los cuales se fueron a la búsqueda del empate con decisión. Y les llegó la oportunidad tras un penalti absurdo cometido por Savic. De haber acertado Josele su equipo habría dado un paso más para eludir el fatídico descenso de categoría. Pero Oblak, que nunca se ha distinguido en esta faceta, detuvo el disparo del delantero y evitó que el Atlético se pusiera a tiro de sus perseguidores. 

Real Sociedad-Barcelona. Hace nada y menos, sobre todo tras ser eliminados los azulgrana por el PSG, la labor de Ronald Koeman estaba bajo sospecha. Lo que unido a los problemas que acuciaban al club por la dimisión del presidente Bertomeu y la abulia que parecía haberse apoderado de Lionel Messi, auguraban malos presagios para el técnico holandés y, claro es, también para el equipo. Pero el entrenador, en vez de amilanarse, decidió cambiar el sistema de juego y dio la sorpresa en el Sánchez Pizjuán. A partir de ahí el Barça fue a más. Ayer, en el Reale Arena de San Sebastían, arrolló a la Real Sociedad. Y lo hizo con seguridad defensiva, protección de Busquets y teniendo en Dembélé la bomba que nadie logra desactivar. Mientras que Messi se lo pasa en grande con el rendimiento de sus compañeros.

 


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