Jesús Bea Martínez

Hoy me ha llamado Jesús Bea Martínez. Nacido en Portonovo (Pontevedra). A quien me sigue uniendo una amistad que permanece intacta desde que coincidimos en la Agrupación Deportiva Ceuta, temporada 82-83. 'Suso Bea', que así era conocido futbolísticamente, había jugado en el Orense, Pontevedra, Sevilla, Alavés y Lorca. Yo recomendé su fichaje y tuve la suerte de que su rendimiento fuera muy superior al previsto por mí.

Dado que hablamos de higos a brevas, más bien por mi dejadez, siempre le recuerdo lo mucho que le hice trabajar durante la pretemporada para mejorar sus marcajes a quienes jugaban como delanteros falsos o flotantes. A fin  de sacarle de su rincón de seguridad como central o bien que se quedara en tierra de nadie. Disyuntiva que resolvimos en la pretemporada. Y el mero hecho de evocarlo le satisface.

La primera prueba que tuvo Bea (para jugar de manera bien distinta a como lo había hecho en equipos encopetados y con entrenadores de renombre) fue contra el Atlético de Madrid en el Trofeo Ciudad de Ceuta. En el equipo rojiblanco, entrenado por Luis Aragonés, Hugo Sánchez era  una figura indiscutible y su movilidad desquiciaba a sus marcadores. El encuentro acabó con empate a cero. Y la estrella mejicana fue anulada por Suso. Su marcaje fue sensacional. Tanto que llamó la atención de quienes lo conocían desde hacía tiempo. Luis Aragonés, por ejemplo, reconoció el cambio que había experimentado el jugador gallego. 

A partir de ahí el rendimiento de 'Suso Bea' fue a más. Marcó doce goles y se convirtió en líder de un equipo que tuvo la mala suerte de que Paco y Lope Acosta (Descanse en paz) se lesionaran gravemente nada más comenzar la temporada. Y si en lo deportivo destacó sobremanera, debido a que era un central extraordinario, como persona influyó positivamente en el grupo. Nunca faltaron ni sus buenas maneras ni su ánimo ni la alegría que derrochaba.

'Suso Bea' no olvida que vivió en Ceuta. Y me consta que siempre habla de esta tierra con la pasión de quien se sintió querido y admirado en ella. Tanto en lo futbolístico como en lo personal. Decirlo a voz en cuello es lo que me corresponde.