Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 26 de septiembre de 2021

El regreso de Ansu Fati

Con el paso del tiempo se recordará que el jugador bisaguineano reapareció, tras una gravísima lesión, frente al Levante Unión Deportiva en la temporada 2020-2021. Y que lo hizo en el Nou Camp cuando su equipo ganaba por dos goles a cero a un rival que distaba mucho de ser ese conjunto rocoso de otrora. Y se dirá que salió al terreno de juego -en el minuto ochenta- entre aclamaciones de los aficionados que tenían depositadas toda su confianza en que Ansu Fati se convirtiera en otro Lionel Messi. Y que el primer balón que tocó fue para conseguir el tercer gol de su equipo.

Una vez contada tan grata noticia, volvemos al presente para decir que el equipo levantino encajó el primer tanto a los cinco minutos. Memphis de Pay fue derribado en el área. Así que el neerlandés batió a Aitor Fernández desde los once metros. Pronto llegó el segundo gol favorable al Barça: lo marcó De Jong en el minuto doce. Sometido a un dominio aplastante, los hombres dirigidos por Paco López se salvaron de recibir una goleada de escándalo por los desaciertos rematadores de los delanteros barcelonistas.

A medida que pasaban los minutos se hacía visible algo muy principal en el equipo entrenado por Ronald Koeman: la importancia que van adquiriendo los jugadores jóvenes procedentes del filial. Llegué a contar hasta seis o siete formando parte del primer equipo. De entre ellos, me agradaron sobremanera Nico y Gavi. Ambos dan la impresión de que llevan años en el primer equipo: regatean, pasan bien el balón, atacan, defienden... Los dos escoltaron a Busquets y lograron que éste pareciera mejor de lo que es. 

Uno de los comentaristas del partido dijo gran verdad cuando habló del valor de Ronald Koeman al darle oportunidades a todos los jóvenes que han ido destacando en el filial. Sí, ya sé que el técnico holandés se ha visto obligado a hacerlo por circunstancias diversas e imprevisibles. Mas eso no le quita un ápice de valor a su forma de proceder. Juventud, divino tesoro -dice el poeta-. El Barcelona lo tiene. Pero deberá cuidarlo. 

 



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