Error de Carlo Ancelotti

Carlo Ancelotti ha pedido disculpas públicas a Hazard, Marcelo y Asensio por no haberles dado minutos en el partido ante el Shakhtar. A pesar de que estuvieron correteando cierto tiempo por la banda para entrar en el terreno de juego. Las declaraciones del entrenador del Madrid han sido catalogadas de extraordinarias. Incluso se ha dicho que ese gesto le ha valido para aumentar el aprecio que ya le tenían sus jugadores. Pues bien, servidor cree que algún que otro futbolista habrá pensado que sobraba la ternura de esa escena. 

Los entrenadores saben, y si no están perdidos, que mantener contentos a todos los componentes de una plantilla resulta tarea muy complicada.  Aun tratándose de un equipo como el Madrid que juega en tres competiciones y por tanto puede formar hasta dos equipos distintos durante la semana. Ancelotti no se cansa de decir, porque él lo ha sido, que los jugadores son personas y que merecen ser tratados como tales. Axioma. Pero también son personas los técnicos.

Los técnicos tienen más que asumido que en el fútbol lo que vale es ganar. Y que ello no se logra dorándoles la píldora a quienes no son titulares. Entre otras cosas porque a los suplentes de larga duración, salvo rara excepción, se les va avinagrando el carácter y prefieren hechos y no gestos para la galería. Por consiguiente, me ha extrañado muchísimo lo que aireó el entrenador del Madrid, ayer o anteayer, que para el caso es lo mismo, en relación con tres suplentes: Asensio, Marcelo y Hazard.

A propósito, Asensio y Hazard, lesionados gravemente en su día, hubieron de soportar recuperaciones largas y duras. Y necesitan ir adquiriendo una confianza que se adquiere jugando. Mas ese requisito no es posible en el Madrid. Donde ganar, ganar y ganar es la enseña del club. Lo mismo sucede con Bale... Aunque el galés es harina de otro costal. Al entrenador del Madrid, sin embargo, parece no preocuparle ni mucho ni poco, según estamos viendo, que Camavinga se adapte cuanto antes al juego del equipo. Y sobre todo designarle una misión concreta que además mejore, con su agilidad, el rendimiento de sus compañeros. 

En suma: las excusas públicas de Ancelotti a tres de sus jugadores por haberlos tenido ejercitándose en una banda y luego no contar con ellos, me parecen que fueron un brindis al sol. Máxime cuando esa decisión volverá a repetirse en otros partidos con los mismos o con otros protagonistas. Y no es bueno tener que usar la hipocresía por sistema. La que, por ser un grande en su oficio, no necesita el entrenador italiano.