La victoria de España en el Olímpico de Atenas ha sido menos sufrida de lo que se esperaba, debido a lo mucho que su rival se jugaba en el envite. Pero los jugadores helenos no dieron la talla. Hasta el punto de que Unai Simón tuvo una noche plácida. Verdad es que tan bajo rendimiento fue motivado por el buen primer tiempo que hizo el combinado español. El cual se apoderó del balón desde el comienzo del partido e hizo correr en balde a los futbolistas contrarios. Y, por si fuera poco, en el minuto 23 marcó Sarabia de penalti.
Los griegos, replegados intensamente y tratando por todos los medios de contraatacar en cuanto robaban el balón, se vieron imposibilitados de llevarlo a la práctica con provecho porque eran incapaces de dar dos pases en condiciones. Hacía mucho tiempo que yo no veía a una selección, por muy endeble que fuera, con tan escasa calidad. De haber llegado el segundo gol de España no tengo la menor duda de que su adversario se habría derrumbado.
El triunfo de la Selección Española tiene mucho valor. Puesto que otorga casi la clasificación para el Mundial de Qatar. Pero no conviene lanzar las campanas al vuelo. Dado que el equipo juega bien pero le cuesta un mundo hacer goles. Ya que carece, sin duda alguna, de una auténtica figura que se distinga por hacerlos en los momentos decisivos. A mí, que a veces suelo ver al RCD Español, me gusta Raúl de Tomás. Mas no creo que sea el delantero centro ideal para el combinado dirigido por Luis Enrique.
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