El juego aéreo

Tanto se ha venido insistiendo en nuestro fútbol sobre la importancia de tener la pelota, de salir con ella controlada desde atrás con pasecitos cortos, aprovechando que muchos porteros la manejan bien con los pies, que uno tiene la impresión de que los entrenadores y sus ayudantes dedican muchísimo tiempo a ensayar estas combinaciones en zonas marcadas en rojo, y se han olvidado de practicar cómo han de defenderse las jugadas a balón parado.

En los tiempos de Maricastaña, los porteros carecían de estatura, salvo raras excepciones, y era frecuente que les marcaran goles rematándoles por elevación en el área pequeña. Ello ocurría cada dos por tres y sobre ellos recaían las miradas furibundas de sus compañeros y de los aficionados que chanelaban de la cosa. Y, desde luego, tales fallos desquiciaban a los entrenadores. Desde entonces a acá, y perdonen el amago de cacofonía, las mejoras de los guardametas han sido evidentes en el juego por alto.  

Lo cual se ha debido a que los cancerberos miden, casi todos, 1,85 m o más. Ello no quiere decir que, por debajo de esos centímetros, no haya algún que otro guardameta que imponga su autoridad en esa zona del área considerada como inviolable para ellos. El caso es que, desde un tiempo a esta parte, estamos asistiendo a un recital de fallos de porteros cuando se trata de evitar los remates de cabeza de adversarios situados muy cerca de esa parcela denominada área chica.

Haca nada, vimos cómo Look de Jong se anticipaba a Courtois con un remate de cabeza evitable a todas luces, Ayer, por ejemplo, Unai Simón fue batido por otro similar, ejecutado por Joao Félix... Y qué decir de cómo Yeray obtuvo el tanto del empate frente al Atlético y además otro remate suyo con la testa, rechazado por el portero, lo aprovechó Nico Williams para marcar el segundo gol de su equipo. Y así podría ir enumerando  goles que se están logrando con el esférico en los cielos y por mor de las indecisiones de los encargados de defender la portería.

El juego aéreo puede ser decisivo en la final de la Supercopa de España que han de jugar Madrid-Athletic. Los 'Leones' se han distinguido siempre por dominar esa faceta del juego. Basta mirar hacia atrás para recitar de memoria nombres que eran temibles en el equipo bilbaíno cuando acudían prestos a intervenir en faltas, saques de esquina o centros laterales. Así que bien haría Ancelotti en recordar a sus jugadores las medidas que han de tomar para minimizar semejante riesgo.